Con seis bajo cero, un césped (artificial) impecable pero mucha nieve alrededor, Mourinho redujo a 45 minutos el entrenamiento en Moscú. Eran las cinco de la tarde y castigaba el frío. Peor será hoy, porque el partido se juega a las nueve de la noche hora local (18 horas en España) y a la bajada de temperatura nocturna se le añade la previsión de precipitaciones. El Madrid podría jugar bajo una intensa nevada.

Aunque no lo desveló, ni siquiera a los jugadores, Mourinho ya tiene el equipo decidido y si los puso ayer a trabajar fue más por ver qué tal reaccionaban ante el frío y para servirles un aperitivo al partido de hoy. Aun así, el portugués no se fía del CSKA y tirará de su grupo de confianza para no complicarse la eliminatoria en un campo con trampa. «Es un partido demasiado importante como para reservar a nadie», dijo ayer en la obligada rueda de prensa previa a los partidos europeos.

Con la Liga encarrilada aunque todavía mucho camino por recorrer, el Madrid sale a Europa en el primer capítulo de la fase decisiva. No es cómodo el viaje a Moscú, frente a un rival que es una incógnita por conocer cómo le habrá sentado el parón invernal. Los rusos jugaron su último partido oficial el 7 de diciembre. Ganaron 1-2 al Inter y su competición liguera, que cierra en invierno, quedó detenida hasta justo la semana que viene, cuando les llega el Zenit en una de sus últimas ocasiones de seguir optando al título.

Parte del descanso lo pasó el CSKA en España, en concentraciones entre La Manga (Murcia) y Marbella. Jugaron amistosos y tuvieron varias semanas para preparar lo que para ellos es el partido de la temporada. Todo, bajo el control de un español. Paulino Granero es su preparador físico, un almeriense entregado a la tecnología y que utiliza un sofisticado programa informático para controlar si realmente el futbolista se ha entregado al máximo en el entrenamiento.

El Madrid lleva a Moscú su imparable racha europea. Fueron los únicos que salvaron la fase de grupos con pleno de victorias, y lo habrían hecho sin goles encajados de no ser por los dos que les hizo el Dinamo de Zagreb en la goleada que les colocaron en el Bernabeu (6-2). Terminaron, por tanto, imbatidos fuera de casa (0-1 en Zagreb; 0-2 en Lyon y 0-3 en Amsterdam). Queda ya muy lejos la última derrota europea lejos de Madrid, dos años atrás, el 16 de febrero de 2010, cuando cayeron en Gerland frente al Olympique.

Al fenomenal rendimiento blanco fuera de casa añade el CSKA algunas dudas en su campo. Más solventes como visitantes, los rusos sólo pudieron ganar en la fase de grupos al Trabzonspor y cedieron derrotas contra el Inter de Milán y el Lille.