En una de sus últimas intervenciones en la rueda de prensa tras la victoria en Luanco, Pacheta se sinceró ante los micrófonos. «Era fundamental no encajar gol. Si no me hacen gol, luego llegan los resultados», comentó como defensa cuando se le mencionó el pobre bagaje ofensivo de los azules en Miramar. La alineación inicial en la que se apeló al físico daba alguna pista y el propio técnico se encargó de refrendarlo en la rueda de prensa.

Durante los 90 minutos la labor defensiva del equipo rozó el sobresaliente. Espeso con el balón en los pies, el Oviedo sí se comportó con solvencia en el balance defensivo. Pocos lo hubieran imaginado hace una semana. La derrota en La Roda no sólo afectó al elemento emocional, además la roja vista por Negredo dejaba la línea defensiva bajo mínimos para jugar en Luanco. Pacheta decidió apostar por Juanpa y Jorge Rodríguez como pareja de centrales y el acierto fue evidente.

No era una apuesta fácil, sobre todo por el aspecto físico. Juanpa había sufrido problemas musculares en su último partido como titular (en la derrota ante el Atlético B), lo de Jorge Rodríguez era más preocupante: el central no disfrutaba de minutos desde hace una vuelta. Su grave lesión de tobillo llegó en la semana previa al partido ante el Marino en el Carlos Tartiere, el mismo rival con el que reapareció el domingo acortando forzosamente los plazos de su recuperación.

«Lo que más cuesta es adaptarse a los pequeños detalles», reflexiona Jorge Rodríguez tras el entrenamiento de recuperación en El Requexón. El central entra en detalle: «Son retos a los que vas enfrentándote, que van desde un simple control hasta estar atento a los marcajes de los rivales. Aún me falta algo de dinamismo y la carga física que coges con el paso de los partidos».

Para Juanpa el reto respondía más a una cuestión de confianza que meramente física. Tras una temporada llena de problemas para hacerse con un hueco en el once, el segoviano completó uno de sus mejores partidos con el Oviedo como improvisado central. «Acabar con la portería a cero hace que los que jugamos atrás acabemos más satisfechos», asegura Juanpa. «El entrenador nos ha comentado que prácticamente no ha habido tiros a puerta del Marino. Eso es que se están haciendo bien las cosas», incide el segoviano. «Además de sumar los tres puntos, dejar la portería a cero también suma para el colectivo. Ganar era clave para seguir enganchados a esas posiciones altas. A la mínima opción que tengamos seguro que nos colaremos entre los cuatro primeros», sentencia Jorge Rodríguez.

El asunto defensivo tiene su importancia. Durante la escalada azul de esta temporada, el rigor defensivo fue uno de los valores más ensalzados en el conjunto de Pacheta. En la racha del Tartiere, cuando el Oviedo sumó nueve victorias consecutivas, el saldo de goles en contra fue casi inmaculado: Lledó sólo vio vencida su meta por un gol del Montañeros. Quizá por eso, las últimas actuaciones de la defensa azul no habían dejado satisfecho a Pacheta. «Recibir siete goles en tres partidos duele muchísimo», explicó el burgalés tras la victoria en Luanco.

Tras confirmar la mejoría en la labor defensiva, ahora el Oviedo deberá aportas más en ataque si quiere optar al «play-off» de ascenso. El Alcalá espera en el camino, un rival de infaustos recuerdos.