Gijón, Á. CABRANES

Hace varias semanas que una sobrecarga en el cuádriceps derecho le ha impedido estar en perfectas condiciones. Una molestia que volvió a aparecer en el muslo de Botía el pasado martes, durante el partido amistoso que disputó con la selección española sub-21 ante Egipto y que sirvió para preparar la participación del combinado de Luis Milla en los próximos Juegos Olímpicos. «Pedí el cambio en el descanso para prevenir que no fuera a más», explica el murciano, que a pesar de que continúa renqueante estará disponible para regresar al Camp Nou.

Su pasado barcelonista y el interés por ayudar al equipo en una fase tan delicada hacen que Botía no quiera perderse un partido tan importante como el del sábado. Se mantiene al margen de haberse convertido en uno de los futbolistas codiciados por clubes como Sevilla, Valencia o Atlético de Madrid. El secretario técnico de los colchoneros, José Luis Pérez Caminero, viajó incluso a Santander el pasado fin de semana para seguirle de cerca. El de Alquerías se mantiene al margen a la hora de valorar su futuro más allá del mes de junio y fija su objetivo en «conseguir la permanencia en Primera División».

El defensa rojiblanco volverá a cruzarse con el equipo donde se formó. Botía ha vivido de cerca el inicio de la era Guardiola, entrenador que le hizo debutar en Primera División en la última jornada de la 2008-09. Haber jugado con Messi y compañía le lleva a valorar la ausencia del argentino como «importante», pero avisa del potencial de una plantilla en la que «cualquiera que le supla va a hacerlo bastante bien». El zaguero murciano reconoce que tanto Tello como Cuenca, canteranos con los que ha coincidido en la selección española, también pondrán en aprietos a los sportinguistas. «El rival es un hueso duro de roer, pero no vamos a renunciar a nada. Hemos evolucionado mucho en las últimas dos jornadas y puntuar en el Camp Nou sólo depende de nosotros», subraya.