La selección española afronta en La Rosaleda de Málaga su última prueba en un encuentro ante una creciente Venezuela, antes de la concentración para la Eurocopa 2012 de Polonia y Ucrania, donde tiene ante sí el gran reto de ser la primera selección de la historia en repetir título europeo conquistando entre medias un Mundial.

A cien días de una gran cita en la que el planeta futbolístico señala a España como gran favorita y tres meses después del último encuentro, el sufrido empate en Costa Rica, España regresa con el hambre de éxito intacto. Y sin Torres, el héroe de Viena, fuera por primera vez desde 2006, cuando al frente de la selección aún estaba Luis Aragonés.

Su falta de gol con el Chelsea le deja en la cuerda floja para la Eurocopa. Tiene tres meses para demostrar con tantos que merece volver. Llega el turno de Roberto Soldado, aliado también con la mala fortuna de Álvaro Negredo, que con una lesión muscular de última hora deja su puesto en la titularidad a Fernando Llorente.

España ganó todo lo oficial camino de la Eurocopa, pero protagonizó sonoras derrotas ante selecciones del peso de Argentina, Portugal o Italia en amistosos. El grupo no puede estancarse. Necesitaba sentir que es convocado quien mejor está. Y Del Bosque predicó con el ejemplo dando un toque de atención a uno de los pesos pesados del vestuario.

Lo de esta noche en Málaga es un ensayo general con vestuario. La obra va en serio, con todo sobre el campo para una importantísima prueba. Llega la hora de la verdad y los amistosos en los que han fallado pierden su cariz para convertirse en un partido en el que hay que ganarse entrar en la lista definitiva.

Junto a los minutos que tendrá Soldado, las miradas se posan en la última apuesta de Del Bosque. Tiene 19 años pero tanto descaro como un veterano. El descarado Iker Muniain da el salto a la absoluta con el sueño de quedarse para disputar el próximo verano Eurocopa y Juegos Olímpicos. El seleccionador está enamorado de su fútbol. Tanto que deja fuera a una de las sorpresas del Mundial de Sudáfrica, el barcelonista Pedro Rodríguez.

En la cuarta vez que España se enfrenta a Venezuela en su historia, hasta la fecha firma pleno de triunfos, Del Bosque tiene pensado aprovechar todos los cambios. Jugarán 17 y seis se quedarán con la convivencia. Todos señalan que el cerebro de todo, Xavi Hernández, está en condiciones de jugar pero el cuerpo técnico sigue de cerca sus problemas de sóleo y hay poca intención de forzarle.

Tras sellar Iker Casillas en Costa Rica un récord que será difícil de igualar, el capitán disputará su partido 127. En defensa, Del Bosque debe decidir la pareja de Sergio Ramos, asentado como central. Dos íntimos amigos como Carles Puyol y Gerard Piqué pelean por un puesto. Jordi Alba se ha ganado el carril izquierdo. Y ante el descanso que se perfila para Xavi, Cesc Fábregas puede tener la oportunidad que demanda con sus buenas actuaciones en el Barça. No hay dudas con Silva e Iniesta y Fernando Llorente será el delantero centro.