El Manchester City es el equipo inglés que más va a pujar por José Mourinho, en caso de que este decida abandonar el Madrid a final de temporada, como parece que el técnico está considerando, sobre todo, si consigue algún título esta campaña.

Dejar un club en pleno éxito es una de las máximas de Mourinho. Y el portugués lo ha llevado siempre a cabo, con una excepción, pero no achacable a él, puesto que fue despedido. Ocurrió esto en el Chelsea. Después de haber conseguido importantes triunfos con el club londinense discrepancias entre el técnico y el propietario del club, el ruso Roman Abramovich, acabaron saldándose con la destitución del entrenador.

De sus anteriores experiencias como primer entrenador, en el Oporto y el Inter de Milán, salió tras ganar en ambos equipos la Liga de Campeones. La situación podría repetirse en el Madrid. De momento Mourinho tiene prácticamente la Liga en el bote. Y en la Liga de Campeones aún sigue vivo, y bien vivo, con la eliminatoria de octavos de final perfectamente encarrilada tras el empate en Moscú con el CSKA.

Un título, aunque sólo fuese el de Liga, satisfaría la cuota de éxito de Mourinho, porque, como ya dijo hace unas semanas, considera que la Liga es la competición más importante, porque premia el esfuerzo de muchos meses, la regularidad. Supondría, además, en este caso romper una hegemonía, la de Barcelona de Guardiola. Y a fin de cuentas, la principal motivación de Florentino Pérez para fichar a Mourinho fue su consideración de arma anti-Guardiola, después de que su Inter hubiese apartado de una nueva final europea a los azulgranas.

Mourinho, además, no ha ocultado sus preferencias por trabajar de nuevo en Inglaterra, un país en el que no se siente tan en el «ojo del huracán» como en España, empezando porque la crítica futbolística no es tan constante ni acerada como en España, según su interpretación.

El viaje a Londres del portugués, al que acompañó su mujer, el pasado martes, disparó todas las alertas sobre la posibilidad del regreso de Mourinho a la capital inglesa. Los tiros apuntaban al Chelsea, pero desde el entorno del entrenador se han preocupado de asegurar que en ningún caso volverá al Chelsea, al menos mientras Abramovich siga siendo quien decide. Londres es una plaza que gusta al luso, y allí están disponibles Tottenham y Arsenal, pero un poco más lejos, hacia el norte, en Mánchester, y en concreto en el City, no acaba de convencer del todo el italiano Roberto Mancini. Y ahí es donde podrían confluir intereses. Los de Mourinho por volver a un país en el que se encuentra tan a gusto y los del jeque dueño del City por contar con un técnico con un palmarés impresionante.