Ya está. La pretemporada se ha esfumado casi sin verla pasar. La más corta de la historia, sólo doce sesiones de trabajo, echó el cierre ayer en Montmeló sin aclarar a ciencia cierta qué lugar ocupa cada escudería. Para complicarlo más, Red Bull, que tiene pinta de llegar a Australia otra vez a la cabeza, sufrió una de esas jornadas aciagas, plagadas de averías, con Vettel, el dominador de los dos últimos años, incapaz de completar más de 23 vueltas y a la cola en la lista de tiempos. En el mundo al revés de los entrenamientos del invierno, una de las mejores tardes de Ferrari al cronómetro deja un reguero de pesimismo en el entorno de la Scuderia. Alonso se fue de la pista barcelonesa con el segundo tiempo, muy cerca de Kimi Raikkonen, una de las sensaciones de la pretemporada en su regreso de la mano de Lotus.

Sin palabras del asturiano en la pista, hay que acudir a sus breves declaraciones del día anterior, cuando se pasó por el Camp Nou a ver el Barcelona-Sporting. «Sufriremos en las primeras carreras porque todavía no estamos al cien por ciento», dijo en el intermedio del partido.

El invierno con menos horas de trabajo coincide con la ruptura de Ferrari con su pasado. Concibieron el F2012 con un diseño innovador, que ha llevado al equipo italiano a verse envuelto en un rosario de pruebas interminable. Además, a mitad de la pretemporada, la Scuderia decidió retrasar la posición de los escapes en el chasis, con el vaivén de datos que implica en las interminables recogidas de parámetros de los tests invernales.

Curiosamente, todo lo contrario a Red Bull, que han sorprendido en Barcelona con unos escapes mucho más adelantados de lo que habían mostrado toda la pretemporada.

Para redondear la película de terror en Ferrari apareció ayer el director técnico del equipo y nuevo líder en el desarrollo del coche para corroborar las dudas de su piloto estrella. «Ahora mismo descartaría subir al podio en Australia», desvela un desalentador Pay Fry, que después rebaja la profundidad de la herida. «Suelo ser bastante pesimista», dijo sobre un coche del que esperaba algo más. «Estoy decepcionado por el rendimiento que hemos alcanzado hasta ahora. Tenemos aún mucho trabajo por hacer».

Toda esa labor tendrá que ser en la fábrica y con el tiempo justo, porque dentro de doce días ya tendrán que luchar en Albert Park por la primera pole, con la esperanza de convertirse en una alternativa seria al dominio aplastante de Red Bull el curso pasado.