La revolución en el once realizada por Clemente para visitar al Barcelona dejó fuera a cuatro de los cinco capitanes de la plantilla. El único titular fue Canella, pero Clemente decidió que el encargado de lucir el brazalete fuera otro futbolista. El técnico vizcaíno se lo entregó a De las Cuevas, uno de los jugadores referencia del actual Sporting. «Me sorprendió la decisión del entrenador y para mí es un orgullo representar a este club y, sobre todo, a este vestuario. Somos una piña y lo menos importante es quién ocupe este rol», afirma el alicantino.

Miguel de las Cuevas asume con naturalidad los nuevos cometidos que le ha asignado Clemente. Más allá de la capitanía, el rojiblanco ha regresado a su puesto natural, la media punta, e incluso tuvo que ejercer como futbolista más adelantado en el Camp Nou. «Era una demarcación similar a la que venía ocupando en los últimos partidos. El entrenador me pidió que intentara aguantar los balones para ayudar a que el equipo saliera al ataque y así lo intenté», advierte.

La necesidad de conseguir un triunfo ante el Sevilla que permita acortar diferencias con los puestos de salvación es casi una obligación para el alicantino, que define este partido como «la primera final de la temporada. Tenemos que salir con la misma intensidad de las últimas jornadas para poder sumar los tres puntos». El rojiblanco se muestra sorprendido porque todavía resuenen los ecos por la expulsión de Piqué en el Camp Nou, tras cometer una falta que «para mí es clara y merece expulsión». La actualidad rojiblanca también tiene como protagonista a Emilio de Dios, que podría abandonar el Sporting en los próximos días. De las Cuevas manifiesta su apoyo al director deportivo y asegura que «si decide irse, le deseo lo mejor. Me trajo aquí y en mi trayectoria es un hombre importante. Ojalá tenga suerte».