Nacho Cases (Gijón, 1987), que lleva en esta Liga 1.055 minutos jugados en trece partidos, disputó su primer encuentro de la «era Clemente» y encima cumplió un sueño de niño: jugar en el Camp Nou. «Sientes, como en el Bernabeu, que estás en un campo con mucha historia y partidos detrás, e intentas disfrutar; pero no estoy contento porque no sumamos aunque enfrente tuvimos al Barça. Ojalá juegue muchos años en ese estadio porque indicará que seguimos en Primera División», explica.

El centrocampista rojiblanco tiene claro que «lo dimos todo e hicimos lo que nos mandó Clemente, pero se nos escapó puntuar a falta de 10 minutos. Tuvimos que correr un montón porque ante el Barça es obligatorio, más que si fuese ante el Madrid o cualquier equipo del mundo, para que no te pase por encima. Quizá cuando ellos tenían 10 jugadores debimos echarnos un poco más adelante porque necesitamos también los puntos. Tuvimos buenas sensaciones y demostramos que estamos vivos. Eso hay que repetirlo ante el Sevilla y ganar como sea».

Regresó sin puntos de Barcelona, pero sí con la camiseta de Iniesta para su colección. «En mi zona me tocaba más ante Xavi, que es el mejor, tiene mucha inteligencia y sabe moverse. Luego también me tocaba salir a frenar las subidas de Piqué o el que pasara. Me impresionó Iniesta, que hizo un partidazo y está entre los tres mejores del mundo, por el control de calidad que hace y, sobre todo la arrancada y cambio de ritmo, porque es imposible pararlo. No debe extrañar que puedan con el Madrid y con cualquiera del mundo, porque son muy buenos».

Cuando se le habla de repetir titularidad en el conjunto rojiblanco, el gijonés explica: «No lo sé. Trabajo toda la semana para tener luego la recompensa de jugar en el fin de semana. No me puede pillar nada de sorpresa porque así es el fútbol y todos buscamos prepararnos para jugar. Eso lo decide el entrenador. Estoy contento por haber jugado y poder disfrutar. Agradezco mucho el apoyo que me da la afición, y la mejor forma de demostrarle el cariño que me tiene es, en el partido, salir a comerme el campo».

Prefiere hablar ya del Sevilla porque «las cuentas pasan por ganar todo en casa y éste es el primero. Hay que estar muy concentrados y poner mucho ritmo en el juego teniendo la pelota, para que ellos también se cansen. Es la forma de mermar su calidad».

Nacho Cases del conjunto andaluz valora: «Arriba tiene mucha rapidez. Jesús Navas es desequilibrante y me gusta mucho. Es un equipo muy conjuntado. Con Míchel tienen otro estilo de tocar más el balón y quizá beneficia a los de arriba».

Del partido del Camp Nou le tocó estar en un posible penalti cometido, vio la discusión del central Piqué con el árbitro en el túnel del vestuario, tras el primer tiempo y también el enfado de los jugadores azulgrana que estaban al lado.

Nacho Cases señala: «No soy tonto y juro que no quise tocar el balón con la mano. Fue por inercia porque sabes que podía ser penalti y también hasta tarjeta roja. La verdad es que los jugadores del Barça protestaron muchas jugadas pero tampoco veo que hubiera mucha diferencia con otros equipos. Lo que está claro es que las jugadas tienen más repercusión cuando se juega frente al Barça o Madrid porque ellos juegan una Liga aparte. Los rivales quedamos como los malos de la película y ellos como los buenos. Y a los demás nos toca aguantar todo eso».

Una de las cosas que lo dejaron satisfecho fue que en el Camp Nou hubo hasta cinco jugadores que se habían formado o pasado por el filial. «Me alegró mucho; y cuantos más estén, mejor. Precisamente durante este viaje a Cataluña lo hablaba con Pedro Orfila... que quién nos iba a decir que siendo chavales que coincidimos en el equipo juvenil de Liga nacional estuviéramos ahora en Primera y en el campo del Barcelona. Ojalá llegue más gente de la cantera para demostrar que lo pueden hacer muy bien. Será mejor para el club y para la ciudad contar con los de casa. El Sporting siempre ha sido de cantera».