El Marino volvió a la senda del triunfo, que se le había negado en el último mes, gracias a un gol de Pablo Hernández en los minutos finales. Una victoria importantísima ante un rival, el Alcalá, que acumula cuatro derrotas consecutivas y que queda ya distanciado a seis puntos de los luanquinos. Además, el Marino devuelve el 0-1 logrado por los madrileños en Miramar en la primera vuelta.

Los dos equipos se volcaron al ataque desde el principio, lo que deparó un choque muy abierto. En apenas diez minutos ya había generado una ocasión cada equipo. Primero fueron los locales los que, tras un balón en profundidad de Óscar Quesada hacia Alexander, pusieron a prueba a Rafa Ponzo, que salió a por todas y derribó al argentino. Los rojillos pidieron la expulsión del guardameta, aunque el árbitro ni siquiera le amonestó.

En la primera media hora las tornas estaban igualadas y ambos conjuntos llegaban con mucho peligro a las áreas. En el minuto 27 pudo adelantarse el Marino en un balón que se le escapó a Juancho y que no pudo aprovechar Jony. En el 36 el protagonista volvió a ser Rafa Ponzo, al desviar a córner un remate de Gorka. Dos minutos después, doble ocasión para los de casa. Ponzo repelía con muchos apuros un remate de Gorka y el rechace le caía a Miguel Ramos, que tampoco acertaba a marcar.

Tras el descanso, el choque se abrió aún más y las llegadas eran constantes por ambas partes. A cada ocasión del Alcalá replicaba el Marino con otra, sin que ninguno consiguiera inaugurar el marcador. El Alcalá, jugando a la contra, estuvo a punto de lograrlo hasta en tres ocasiones. Pero la entrada de Álex Arias en sustitución de Sergio Prendes fue decisiva. Apenas dos minutos después de incorporarse al juego, el pequeño jugador protagonizó una sensacional jugada por la banda y vio cómo Pablo Hernández entraba solo en carrera, le cedió el esférico y el candasín firmó el gol de la victoria. El Alcalá se volcó en busca del empate, aunque con más brío que buen fútbol. Debido a ese ímpetu, Romero vio la segunda cartulina amarilla. Los rojillos se descentraron y fueron incapaces de igualar el choque.