La jornada fue nefasta ayer en los ríos asturianos. Los pescadores no consiguieron echar a tierra ningún ejemplar en las cuencas salmoneras. Al final, jornada en blanco en un día en el que las condiciones climáticas fueron mejores que el anterior, pero en el que tampoco la afluencia de deportistas fue demasiado alta en ríos como el Esva o el Eo.

No fue ese el caso del Sella-Piloña, donde la nota más destacada de la tercera jornada fue la ocupación en torno al ochenta por ciento de los acotados, centrándose la presencia de deportistas en el curso medio y bajo, aunque las zonas libres apenas contaron con pescadores. Pese a que la mayoría de los titulares de los cotos eran de la propia comunidad autónoma asturiana, también cabe mencionar a otras ternas procedentes de las comunidades de Madrid y del País Vasco.

Como ya ocurriera en las primeras jornadas de la temporada, apenas se ven salmones por los distintos lances de la cuenca sellera y los escasos ejemplares que se pueden observar -concretamente en lo libre de El Barco, en las inmediaciones de Arriondas- no se dejan engañar por la cucharilla, arte autorizado hasta el día próximo 31 de marzo, junto a la mosca artificial y el devón. Del día 1 de abril al 14 de junio se permitirán, según establece la normativa de pesca, todos los cebos para la pesca del salmón.

Las precipitaciones registradas el lunes han propiciado un ligero aumento del nivel de las aguas del Sella y sus afluentes, pero no tanto como para devolverles la ilusión a los ribereños y aficionados que ansían sacar el primer ejemplar de la nueva campaña de 2012. Lo mismo pasa con las truchas en las zonas salmoneras, cuya temporada se abrió igualmente el tercer domingo de marzo, ya que brillan -se han capturado muy pocas- por su ausencia.

En la cuenca del Cares-Deva tan sólo fueron ocupados los acotados de El Tilo y Monejo, sobre un total de diecinueve cotos. Tampoco se han avistado salmones en la zona más Oriental del Principado de Asturias, algo lógico y tradicional cuando se trata de ríos considerados como tardíos para el arte del salmón, debido a la frialdad de sus aguas a estas alturas de la temporada.

Como dato simplemente anecdótico cabe resaltar que la zona alta de la cuenca del Cares-Deva ofrecía durante la jornada de ayer un aspecto de inmensa turbiedad en las aguas fluviales, a causa de un desprendimiento de tierras que vierte -desde hace algún tiempo- del reguero de Miñances al coto salmonero que lleva ese mismo nombre.