A pesar de la expectación que siempre levanta la visita a San Mamés, el Sporting tuvo uno de sus viajes más tranquilos. Ningún aficionado rojiblanco recibió al equipo a su llegada al hotel Indautxu en torno a las cinco de la tarde. Tampoco se dejaron sentir demasiado los sportinguistas por las zonas de ocio de Bilbao. El equipo no estará solo en San Mamés, en cuyas gradas se calcula que habrá más de un millar de aficionados sportinguistas. El club bilbaíno anunció ayer, a través de su página web oficial, que se habían agotado las entradas de preferencia. El grueso de la «Mareona» se desplazará en el día para arropar a su equipo y llegará a tiempo de dar un paseo por las inmediaciones de San Mamés, incluso cumpliendo con su obligación electoral antes de emprender ruta.

La novedad en la expedición rojiblanca fue la presencia en el autocar del director de comunicación del club, Manfredo Álvarez, quien viajó por primera vez en el autocar rojiblanco. En otras ocasiones había realizado los desplazamientos en compañía de los miembros del consejo de administración que suelen acompañar al equipo.