El Zaragoza, que hace un mes parecía desahuciado, llega lanzado a El Molinón tras haber sumado siete de los últimos puntos. Por primera vez en toda la temporada, los maños han logrado encadenar dos victorias. Los triunfos ante Valencia y Atlético de Madrid, este último con bastante fortuna, gracias a un penalti transformado por Apoño en el tiempo añadido, y provocado por Postiga en una de las pocas aproximaciones de los maños al área colchonera, han resucitado al conjunto maño.

La visita aragonesa a El Molinón se ha planteado como única auténtica final para los rojiblancos. Muchos sportinguistas se acuerdan estos días de los dos puntos que se le escaparon al Sporting en La Romareda en el tiempo añadido. El Zaragoza se había adelantado con un gol en propia puerta de Botía (uno de los cinco autogoles que se han marcado los rojiblancos esta temporada), cuando desvió con la cabeza una falta metida al área. Un doblete de Barral dio la vuelta al partido y, cuando los rojiblancos ya saboreaban los tres puntos, Helder Postiga marcó el empate a dos en una jugada individual. El partido se encontraba ya en el tiempo de prolongación.

El resultado de la ida fue, por tanto un empate a dos. Así que, el equipo que logre la victoria el próximo sábado, se apuntará también el «goal average».

El de El Molinón no será el único partido dramático de la jornada. El Racing de Santander recibe en El Sardinero al Granada, en un partido que afectará al Sporting.