«Los futbolistas están un poco descorazonados». Javier Clemente asume que la derrota ante el Zaragoza ha dejado tocada a una plantilla que ve cómo se aleja el sueño de la permanencia. El entrenador rojiblanco se reunió ayer durante una hora con sus jugadores y les trasladó «la necesidad de mantener la esperanza». El técnico reconoce que «la dificultad de seguir en Primera es grande, pero si hay una posibilidad, tenemos que ir a por ella. Y empieza con una victoria en Getafe». El conjunto rojiblanco tiene por delante ocho jornadas para poner a prueba su capacidad de reacción.

«A los jugadores hay que tranquilizarles y explicarles las cosas que hacen mal. Tampoco están teniendo suerte. Te pueden hacer goles fáciles, pero que te lleguen dos veces sin mucho peligro y te marquen, no es lo normal», explica Javier Clemente. El entrenador rojiblanco considera que las derrotas sufridas ante Mallorca y Zaragoza «han sido resultados injustos» y cree que no corresponden al trabajo realizado por sus futbolistas. «Les he pedido que se transformen. Tienen que soltarse porque da la impresión de que sufren cuando tienen el balón. Están más pendientes de qué pasará si lo pierden. Eso hay que cambiarlo», advierte.

El vizcaíno pretende hacer una lectura positiva en una de las fases más críticas de la temporada, aunque recuerda que las carencias mostradas en la actualidad vienen arrastradas desde hace tiempo. «Estamos acogidos a la planificación que se realizó. No podemos hacer muchas variaciones. Quizá somos limitados, pero la gente se deja la piel en el campo», destaca.

Los daños colaterales de la derrota ante el Zaragoza se extienden entre los seguidores rojiblancos, desencantados tras llenar por primera vez El Molinón esta temporada. Un desencanto que también pretende contrarrestar Javier Clemente: «Tenemos que pelear por esta afición. La gente tiene que ver que el equipo sale a ganar, aunque luego nos metan cuatro. Trabajamos para nosotros, pero también para todos los que nos están apoyando. El público estaba integrado hasta el momento. En el fútbol, como en la vida, hay que luchar hasta que quede el último ápice de esperanza, y vamos a luchar por ello».

El interés por borrar el pesimismo que rodea al club rojiblanco lleva a que muchos aficionados piensen ya en el proyecto que iniciará el club para la próxima temporada. «Hablar de esas cosas a estas alturas no es conveniente», explica el de Baracaldo, quien, sin embargo, ha dejado latente su interés por dirigir a un equipo el año que viene. Siempre sin aclarar si será el Sporting. «Quiero seguir entrenando. Hablaré con el presidente y con el consejo al final de esta campaña. Creo que hay que hacer un buen organigrama, empezando desde la base. No es una pintada de fachada, es algo serio. Los equipos se construyen desde los cimientos y hay que fomentar una buena cantera», afirma.

El protagonismo que están adquiriendo los jugadores procedentes del filial desde que el vizcaíno asumiera el cargo es una de las fórmulas de futuro por las que aboga Clemente. Un estilo que agrada a los dirigentes del club y que puede sentar la base del próximo proyecto rojiblanco, ya que el técnico deja entrever que «cuando acabe la temporada y esté la mitad del trabajo encauzado, se decidirá quién se hará cargo del equipo».

Javier Clemente se muestra crítico con la política deportiva de este año, al asegurar que en la plantilla «no tenemos variedad. Ahora no se puede modificar nada. Si por lo que sea no conseguimos la permanencia, hay que hacer las cosas para subir, pero con consistencia. Y en eso estamos». El vizcaíno considera que para este cometido el club necesita «a un tío que conozca la casa y que monte una estructura desde la base, no como estamos ahora».