De lo deportivo:

«Estamos jugando al límite, muy cerca de nuestro mejor nivel, pero seguimos perdiendo». Javier Clemente también habló ayer de fútbol y del Sporting. Lo hizo para quitar presión a sus futbolistas, a los que defendió contra las críticas de su afición: «Nunca les faltan huevos, porque nunca he tenido un equipo que no vaya a muerte». Clemente también matizó que el equipo no está consiguiendo resultados por los errores individuales, pero que ni Zaragoza ni Mallorca fueron mejores que el Sporting.

Clemente no entiende que se le haga responsable de la situación del equipo cuando lleva poco más de un mes en Gijón. «Estoy trabajando con lo que hay y a estos chavales les tengo que defender y entrenar para ganar y sé cuáles son sus limitaciones», puntualiza para insistir en que «no soy yo el que ha hecho este equipo, ni el que lo ha preparado, es todo heredado y estoy intentando darle la vuelta». También mostró su comprensión con los directivos: «Me da pena por la gente del club que está currelando y tratando de sacarlo adelante, pero que se equivocaron al confiar en la gente equivocada, aunque esa gente tampoco tuvo muchos medios para acertar».

Lo que sí ha detectado Clemente es una mejoría en las prestaciones del Sporting. «El equipo está funcionando mucho mejor que antes, tiene otro concepto de juego, ha mejorando en pressing, en velocidad en ataque y en muchas cosas, pero seguimos perdiendo y ése es mi gran dolor», explica.

Del Getafe destacó que «es un equipo joven, con buenos jugadores de la cantera del Madrid». También elogió a Diego Castro y aseguró que «el Coliseum es un campo que no intimida».

De lo humano:

«Me ha juzgado toda España; hasta Kiko Matamoros habló de mí»

Tras el incidente protagonizado por Javier Clemente y el periodista Juan Gancedo en la última comparecencia del técnico vasco, la expectación era ayer máxima. Tanta que la sala de prensa de Mareo se quedó pequeña para acoger a todos los medios presentes. No faltó nadie, ni siquiera las cadenas de televisión nacionales, menos frecuentes en la escuela de fútbol. Clemente no dio un paso atrás en sus insultos al periodista y se defendió con argumentos de escaso peso. «Sinvergüenza no es un insulto, es una forma de ser», sentenció el técnico, que parece manejar una definición propia acerca de lo que puede o no considerarse un insulto. «Para mí es un insulto llamarme viejo y decir que estoy acabado. No lo que digan el Espasa o la Academia. A mí me llaman hijo de... y no me molesta porque conozco a mi madre. Me molesta el que viene a hacer daño».

El técnico entiende que se le puede criticar, pero se sintió atacado e insultado. Clemente confesó haber leído el comunicado firmado por algunos periodistas asturianos y negó que hubiera lanzado «insultos reiterados» como se dice en el escrito. Lo que sí lamentó el técnico es que «el Sporting se haya visto salpicado por todo este affaire».

Tampoco le gustó al técnico la dimensión que alcanzó su enfrentamiento. «Me ha juzgado toda España. Hasta Kiko Matamoros habló de mí y creo que Belén Esteban me defendió. Pero qué pinto yo en ese programa», se pregunta. Clemente se ve en el derecho de insultar a quien cree que le insulta.

Y de lo divino:

«Soy católico, creyente y contribuyo con la Iglesia, pero anda un poco perdido con la Cope»

Las críticas de Clemente llegaron ayer a lo más alto y salpicaron a Rouco Varela, cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, al que censuró duramente por la contratación reciente del equipo de periodistas deportivos procedentes de la Ser en la Cadena Cope. «Rouco es un jeta, anda perdido y cuando le vea le voy a decir que no pienso darle ni un duro más». Javier Clemente se define como «católico, creyente y encima contribuyo con la Iglesia».

El técnico bilbaíno asegura que «a mí la Iglesia en muchas cosas me está decepcionando, me está defraudando». En particular cuestionó los fichajes de Manolo Lama y Alcalá en la emisora de la Iglesia: «Han fichado a unos tíos para ganar dinero. En lugar de buscar respeto, educación, moralidad, religiosidad... lleva a los que se ríen de un mendigo, a los que insultan, a los que llaman drogadicto a todo un equipo de fútbol y todo para ganar dinero». Clemente considera «una barbaridad» el fichaje de estos periodistas y cree que «va en contra de las normas católicas».