¿Ve posible ahora ganar la Liga? «Ya sé que buscáis esta frase. Es menos imposible. ¿Sirve?». Después de dos meses de negación, Pep Guardiola concedió a la afición barcelonista un resquicio de esperanza. Desde la derrota en Pamplona (3-2) que dejaba al Barça a diez puntos del Madrid, el técnico insistía en sus comparecencias públicas: «Olvidaros. Esta Liga no la ganaremos». Ni siquiera los recientes tropiezos madridistas, que rebajaron la diferencia a cuatro puntos, cambiaron el discurso de Guardiola. Hasta el sábado, minutos después de la sufrida victoria frente al Levante, con el clásico del Camp Nou como oportunidad de seguir descontando.

Los jugadores del Barcelona se han empeñado en llevar la contraria a su entrenador, con una racha de once victorias consecutivas en la Liga, además de la clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones. El Barça, que pudo haberse dejado el título en campos como Anoeta, Coliseum Alfonso Pérez o Cornellá-El Prat, logró sumar los tres puntos en escenarios tan exigentes como el Vicente Calderón, el Sánchez Pizjuán, el Iberostar o el Ciutat de Valencia.

A falta de cinco jornadas, el Barcelona sigue sin depender de sí mismo, pero Guardiola se conformaba con recibir al Madrid con la Liga en juego. «La actual me recuerda un poco a la del primer año. Fuimos al Bernabeu con cuatro puntos de ventaja y ahora es al revés», recalca el técnico, que tiene las cosas muy claras ante el clásico: «Si ganan ellos, ya está. Es un rival muy fuerte que sólo ha perdido dos partidos. Llevaban diez puntos de ventaja y han tenido algún traspié que no me esperaba».

A diferencia de las tres ligas anteriores, cuando el Barcelona llegó al tramo final dependiendo de sí mismo, ni siquiera la victoria frente al Madrid le permitiría recuperar la iniciativa. Por eso resulta obligado un vistazo al calendario más allá del 19-A, de la cita en el Camp Nou. El partido de San Mamés parece el más comprometido en las cuatro últimas jornadas para el equipo de Mourinho, aunque el Barcelona también visitará a dos equipos que han sorprendido por su solvencia, Rayo y Betis.

Las semifinales de la Liga de Campeones son otro factor que puede influir en la competición doméstica. Los resultados de los partidos de ida, mañana el Madrid en Munich (Bayern) y el miércoles el Barcelona en Londres (Chelsea), podrían condicionar las alineaciones de Guardiola y Mourinho el sábado, así como el estado físico de algunos futbolistas.

En el caso del Barça, Guardiola llega al tramo decisivo de la temporada bajo de defensas. La enfermedad de Abidal y los problemas físicos de Alves y Piqué han obligado al técnico a jugar los últimos partidos con una línea de tres inédita, formada por Puyol, Mascherano y Adriano. Por contra, el técnico va sobrado ahora de variantes ofensivas. Las lesiones de Afellay, Alexis, Villa y Pedro obligaron a tirar de delanteros de la cantera, como Tello y Cuenca, que ahora son dos opciones más. Para el próximo mes también espera al Guaje, que encara la recta final de su recuperación.

Guardiola se mantiene firme en su apuesta por una plantilla corta, complementada por futbolistas de la cantera. El desenlace de la temporada, con tres títulos en juego, servirá para darle o quitarle razones ante la opinión pública, aunque para él está por encima la filosofía del club. En ese sentido, Guardiola se siente respaldado por los dirigentes, un aspecto importante para su continuidad. Aunque todavía no ha desvelado su decisión, en su rueda de prensa del viernes dio alguna pista a cuenta de la pretemporada: «Si para este verano el club decide que nos quedemos aquí, nos adaptaremos. Además, intuyo que entre Eurocopa y Juegos seremos pocos para ir de gira».