Oviedo, N. A.

Dentro del capítulo de buenas noticias, hubo algo que ensombreció el resultado. No podía ser de otra forma tratándose del Oviedo. La lesión de Óscar Martínez preocupó más de la cuenta por las imágenes que acompañaron a su retirada del campo. El delantero abandonó el campo con lágrimas en los ojos y sin poder salir por su propio pie, haciendo uso de la camilla. «Me di cuenta al momento de la lesión», recuerda el lesionado; «opté por tirarme en plancha para rematar el centro de Martins y cuando cogí impulso sentí un dolor fortísimo en el isquiotibial izquierdo».

El percance llega en el peor momento posible. Tras un inicio de campaña notable, el gallego había desaparecido en mitad de la temporada. El tramo final parecía devolverle al primer plano. Al igual que ocurriera en Valdebebas, Óscar Martínez fue el jugador más destacado del equipo hasta la lesión. «Por fin marqué en el Tartiere y ese gol sirvió para que tengamos serias opciones de clasificarnos entre los cuatro primeros», se consuela ahora el delantero.

Los servicios médicos del Oviedo recomendaron descanso al gallego en las primeras horas. Hoy se le practicarán las pertinentes pruebas médicas para conocer el alcance exacto de su lesión. El delantero podría sufrir una rotura de fibras que le apartaría hasta un posible «play-off».