Avilés, A. FERNÁNDEZ

El Avilés quiere acabar con la costumbre de algunos aficionados que gustan de seguir el partido desde las barandillas de los pasillos, impidiendo así la correcta visibilidad a una parte de los abonados que ocupan sus localidades e incumpliendo la normativa vigente. El club se hizo eco de las numerosas protestas que le llegaron de los descontentos y contrató ante el Nalón a una empresa avilesina de seguridad para forzar a los espectadores a ocupar sus asientos.

Todas las personas que accedieron al Suárez Puerta el domingo recibieron una nota informativa de la directiva sobre la normativa que, por motivos de seguridad, obliga a los espectadores a ocupar sus respectivos asientos «quedando terminantemente prohibido permanecer de pie» ya que, señala la nota, «en caso de evacuación las salidas deben de estar libres».

La nota concluye con la advertencia de que «la no adopción de las medidas enumeradas, provocará la expulsión inmediata del recinto».

La medida tuvo, en general, un aceptable cumplimiento en las dos gradas del campo y la mayoría ocupó sus asientos, en algunas ocasiones a regañadientes, aunque una parte de los espectadores se resistieron y siguieron el partido desde la vallas, sobre todo en la segunda parte.

El club volverá a contratar a la empresa de seguridad ante el Navia, el último partido de Liga en el Suárez Puerta que se disputará el próximo 6 de mayo, y en todos los partidos de promoción. «La gente protesta con razón porque paga por ver el partido y tienen derecho a ello», explicó el director general, José Luis Rodríguez.