Ya nadie duda de que el sábado es el día: o victoria en Cornellà-El Prat o despedida y casi cierre. La realidad es la que es porque sólo queda ganar a un rival de postín y esperar y ver qué hace por la noche el angustiado Villarreal, que todavía no se debe creer lo que le está pasando. Fracaso rotundo en la Liga de Campeones, problemas serios en la Liga, donde va por el tercer entrenador, y desgracia con su estrella goleadora, el italiano Rossi, que va a estar lesionado año y medio, con lo que significa deportiva y económicamente porque los levantinos han de hacer caja para tapar agujeros.

Así las cosas, los más fieles del lugar se dedican a echar cuentas, por ejemplo, de qué podría pasar si en la última jornada el Sporting se lo juega todo en Málaga, cómo estará entonces el equipo andaluz, cómo andará de ventaja ante sus rivales y otras circunstancias que no vienen al caso. Todo eso está muy bien, pero todo dependerá del viaje al campo donde reina, dicen que por poco tiempo, Pochettino, que se ha convertido en uno de los entrenadores más seguidos por los clubes que van a mover el banquillo, el Valencia, por ejemplo. El viaje a Barcelona es la semifinal del Sporting, como el de ayer fue la del Chelsea, que tuvo la humorada de vestir de blanco, un color escasamente apreciado en el Camp Nou. Ayer fue martes, aunque esto no es Bélgica, y para hoy, miércoles, está prevista la otra semifinal, en la que se encontrarán Real Madrid y Bayern Munich. Y con las dos resueltas, el 19 de mayo, final en Munich. Al Sporting, por seguir con el paralelismo, le quedan quizá tres semifinales y una final. Ojalá llegue a la final y la gane por el bien de las buenas gentes rojiblancas y por los intereses financieros de la sociedad anónima deportiva, aquel invento que se puso en marcha para que los clubes no tuvieran más deudas. Fracaso total, damas y caballeros, como la gestión de algunos entrenadores que no vienen al caso. Porque hay fracasos incuestionables, digan lo que digan los cantores de gesta.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto? ¿Cuál es el jugador del Sporting que tiene más cola de clubes interesados en él a la puerta de su casa? ¿Cuántos hay? ¿Tantos como suspiran algunos o bastantes menos? Va a ser una buena diversión la contemplación de las soñadas colas, como fue una diversión el inicial gol azulgrana y la inmediata expulsión del capitán inglés, Terry, un caballero que tantas veces parece nuevo en la plaza de la alta gama. Otra semifinal contra diez, que diría ese señor que ustedes y yo sabemos.

Pero la cuestión, con el debido respeto, es la situación rojiblanca y la lista de bajas por parte y parte. Porque al Sporting le están acosando las lesiones, la última la de Canella, cuyo puesto está mal cubierto, como otros, aunque la solución de Ayoze es la más clara, como se vio la semana pasada. En el puesto de delantero centro ya no hay dudas porque el habitual ya no parece contar mucho pues entran en escena los dos suplentes habituales, que están acertando con la portería rival. La espera puede hacerse larga, pero la vida futbolística sigue hoy y mañana con los compromisos europeos.