El gran día ha llegado. Tres partidos después de su llegada al Sporting, Javier Clemente está ante el gran desafío: ganar al Sevilla, doblegar a su entrañable enemigo Míchel y, sobre todo, dar aliento a un Sporting que se queda sin tiempo. El partido de hoy, que diría uno de los más finos analistas del lugar, abre diez días que pueden cambiar el mundo, el mundo rojiblanco, por supuesto. Hoy, el Sevilla; el sábado que viene, el Granada, y el miércoles siguiente, el Mallorca, otra vez en el Anfield del Piles, que no es el Old Trafford que enmudeció a la vista de la exhibición del Athletic Bilbao del mago Bielsa, más mago que loco. El Sevilla llega sin sus dos delanteros centro, Negredo y Kanouté, ambos lesionados, ambos se supone que claves en el equipo por su capacidad de remate y por su pausa a la espera de la llegada de los hombres de la segunda línea. Pero estará Jesús Navas, que, recuperado de sus lesiones, vuelve a ser el gran jugador que deslumbró en su día y que hacía feliz al presidente Del Nido, que esperaba la llegada de Florentino Pérez para sacarle los ojos, económicos, por supuesto. Pero Florentino no llegó y la crisis ha hecho el resto.

Pero el Sporting hará bien en no creer que el Sevilla no es capaz de darle un disgusto aun sin jugadores tan importantes como los dos citados o el chileno Medel. El Sporting, por lo que se está viendo desde el relevo en el banquillo, tiene ante sí un doble desafío: la salvación y el cambio de ciclo que ha iniciado sin apenas ruido Javier Clemente. La lista de convocados desvela que Rivera e Iván Hernández no acudirán a la cita matinal en El Molinón. El primero era hace dos meses el jugador más importante de la plantilla; ahora no estará ni en el banquillo. El segundo, con entradas y salidas del equipo, que era un habitual que había desplazado a Gregory de la alineación titular, ha desaparecido de las listas de dieciocho. Los dos, miembros de la amplia lista de capitanes sin brazalete, parecen estar en el final de sus días de rojiblancos, aunque Iván Hernández tiene aún contrato hasta 2013.

Pero la actualidad rojiblanca está siendo muy rica. Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿qué ha sentado peor entre el pueblo fiel: la demanda judicial para cobrar lo que corresponde y lo que, a lo peor, no corresponde o la sesión de abrazos y risas con Mou, Faria y compañía en Valdedebas? La vida y sus vueltas, damas y caballeros. Y el chico de los autobuses, callado. No sería mala cosa que el CIS se dignara hacer una encuesta para salir de dudas; no todo van a ser pronósticos electorales.

Cuando den las diez de la noche de hoy el futuro del Sporting estará más claro que ahora mismo; más claro en el doble sentido: por los tres puntos sumados y porque con ellos se irán aclarando las cosas. Que tendrán que seguir con Granada y Mallorca. Nueve puntos en diez días cambiarán el mundo, el rojiblanco, por supuesto. Por cierto, cuatro jugadores del Granada provocaron cuatro tarjetas en los minutos finales de su partido anterior para llegar limpios a la cita con el Sporting. Allí dan la importancia que se merece al partido. Pero primero, el Sevilla.