Gijón, J. E. CIMA

Rafael García (La Felguera, 1947), conocido en el fútbol por Falito, disputó 136 partidos con el Granada (1971-1978) y es el segundo jugador en el club andaluz que más partidos disputó en Primera. El ex lateral zurdo, que ahora vive en Gijón, tiene claro que el partido del sábado en Los Cármenes ante el Sporting será «a cara perro y un duelo de mucha lucha. Seguramente no se verá mucho fútbol pero sí dos equipos rompedores y que van a por todas. En el partido de El Molinón ya aventuré que el que marcara se llevaba el gato al agua y pienso que ahora sucederá lo mismo».

De este actual Granada, el ex jugador formado en el UP Langreo cree que es «muy irregular en su campo porque logró 5 victorias y empató y perdió 4. Marca pocos goles pero también encaja pocos. Pienso que aún no es un equipo hecho a Primera. Pero aunque sea asturiano y viva en Gijón, en este partido deseo que gane el Granada porque allí hice mi carrera profesional».

En cuanto al Sporting, Falito asegura que con Clemente «es un equipo más armado, que ganó enteros y que puede ir a más. Arriba tiene a Barral, que siempre tiene ocasiones. Preciado le había ascendido y salvado en varias ocasiones, pero últimamente no tenía un criterio y hacía muchas variaciones. Seguramente porque sabía cómo estaba el equipo. Echaron al técnico porque no se puede quitar a 22 jugadores».

A sus 64 años, el chaval que nació a las puertas del Ganzábal sabe que este partido en Los Cármenes es «a vida o muerte prácticamente para los dos. El Granada, si no gana al Sporting, casi que se despide de Primera y lo mismo para los de Clemente. A los rivales directos es a los que hay que superar en estos momentos, aunque luego pierdas 8-0 con el Madrid o Barcelona. Habrá una gran pelea por salir de abajo».

Siempre le quedó la espina clavada de no fichar por el Sporting cuando estaba en el UP Langreo. «Yo era derecho pero Carriega me adaptó a lateral zurdo y luego me quiso traer para Gijón. Pero el presidente Carlos Méndez Cuervo dijo que no pagaba 6.000 euros por mi traspaso porque me consideraba como de la cantera al ser asturiano. Luego vino el Granada y me llevó por 6.600 euros y allí disfruté de siete años maravillosos porque quería ser jugador de Primera», dice.

Siendo defensa prácticamente tiene un récord mundial porque «nunca me expulsaron en mi larga carrera». Eso no impide que aquel Granada también fuera famoso por dos centrales «carniceros» que asustaban en España. Falito reconoce que «Marcial decía que ir a Los Cármenes era ir a la guerra, pero también lo comentaba porque el Barça allí no ganaba. Es cierto que Aguirre Suárez le decía a su compañero Fernández sobre un rival «pásamelo que va herido» o a la inversa «déjamelo ya que va tocado».

Este langreano, jubilado ya de corredor de seguros, elogia más los buenos momentos en el Granada, donde «en dos ocasiones quedamos sextos por detrás de los poderosos Madrid, Barcelona, Atlético, Valencia y Las Palmas. Tuve compañeros que me impresionaron, como Montero Castillo o la última época de Megido. También el austriaco Tomás París».

Sin embargo, el gran disgusto lo llevó en 1976, cuando descendieron junto al Oviedo y el Sporting. Falito culpa de ello a su entrenador, Miguel Muñoz, porque «el Madrid con el empate era campeón y nosotros también nos salvávamos. Al final nos ganaron 1-2. Y luego se fue a Zaragoza y perdimos. Muñoz tiró de siete del regional pensando que estaba en el Madrid y lo pagamos».