El tenista Rafael Nadal, seis veces campeón de Roland Garros, repasó en una entrevista publicada ayer por el diario galo «L'Équipe» la sonada polémica por los «guiñoles» del país vecino, y señaló que en Francia «están un poco obsesionados» con el dopaje. «Yo nunca acusaría a nadie sin pruebas. El problema que tienen en Francia, y no sé por qué, es que dudan de todo el mundo. No se me puede acusar de tener la 'poción mágica' porque la poción mágica es el trabajo y el esfuerzo», aseguró el número dos del mundo. Nadal aseguró que «es imposible hacer trampa, tener sustancias ilegales en el organismo y pasar los filtros» porque los tenistas están «sometidos a un sistema exhaustivo. Quizá soy ingenuo, pero es mejor que lo sea».