Gijón, J. E. C.

El Comité de Apelación ha resuelto no quitarle la tarjeta de San Mamés a Botía y el central se pierde, por acumulación de amonestaciones, el partido de mañana ante el Zaragoza. El murciano reconoce a LA NUEVA ESPAÑA que «no queda ya otra cosa que acatar las decisiones porque son ellos los que deciden. Duele no poder jugar un partido vital ante los maños, porque todos los futbolistas tenemos ganas inmensas de aportar al equipo».

Eso no impedirá al defensa sportinguista estar en el estadio de El Molinón para «apoyar a los compañeros y animar para que se pueda ganar un partido tan importante. El Zaragoza llega a Gijón después de lograr dos victorias seguidas ante grandes equipos y estará también con ganas de salir de abajo, como nosotros. Va a ser un partido de mucha agresividad, con dos equipos dando la cara porque nos jugamos mucho. Pero tenemos a favor el factor del campo y la afición, que tanto nos apoya, para sacar adelante este partido».

Ahora el central formado en la cantera del Barça va a perderse su tercer partido de la temporada, dos de ellos por acumulación de tarjetas. Botía va segundo, tras el portero Juan Pablo, en partidos jugados, con 2.457 minutos en 27 partidos y marcó un gol ante el Mallorca.

Así que si perderse un partido tan importante ya molesta a un profesional, que encima sea por error del árbitro enfada bastante más. «No fue justo pitar penalti y encima me sacó la tarjeta. En San Mamés nos pitan penaltis así desde hace años y ahora volvió a producirse. Hubo un contacto de lo más leve que puede haber en el área y por eso me sorprendió que lo señalara. Me dicen que fue el asistente y que por eso tardó el colegiado tanto en pitarlo. Él estaba más cerca y tuvo que ver que Llorente se dejó caer», matiza.