Cuando la situación es desesperada, los más fieles buscan clavos ardiendo a los que aferrarse. El sportinguismo ha encontrado dos en el pasado reciente del fútbol español. El Mallorca de la temporada 2004-05 y el Espanyol de la campaña 2008-09 obraron un milagro de un calibre similar al que necesita el Sporting actual. Ambos equipos tuvieron otro rasgo en común: contaban en sus plantillas con el delantero asturiano Luis García. Curiosamente, el punta ovetense fue ofrecido al Sporting el pasado verano y su fichaje se desestimó. Luis García recaló finalmente en el Zaragoza, un equipo que parecía desahuciado hace varias semanas pero que ha resucitado tras ganar los tres últimos partidos y ha recuperado opciones de lograr la permanencia.

La estadística se ciñe a la última docena de temporada, las disputadas desde que se implantó el sistema de puntuación que valora la victoria con tres puntos. La desventaja del Sporting actual con los puestos de permanencia es de siete puntos.

Tres menos de los que remontó el Mallorca en la temporada 2004-05. A falta de ocho jornadas, el conjunto bermellón era decimoctavo con 24 puntos (uno menos que el Sporting, colista de esta temporada) a diez puntos de la permanencia. Curiosamente, el Mallorca no hizo un sprint final impresionante, ya que les bastó con sumar quince puntos para evitar el descenso aprovechando el declive del Levante en las últimas jornadas, que se consumó con el descenso valenciano.

Más reciente es el caso del Espanyol, que en la temporada 2008-09 ocupaba el farolillo rojo de la clasificación con 26 puntos a falta de ocho jornadas. Los periquitos tenían una desventaja de siete puntos con respecto al Sporting, equipo que precisamente marcaba la permanencia. En las últimas ocho jornadas, el Espanyol sumó 21 de 24 puntos posibles. Los catalanes llegaron salvados a la última jornada y acabaron la temporada en la décima posición.

El sportinguismo ya tiene dos clavos que marcan el camino.