Gijón, M. D. B.

En dos meses, el fútbol ha devuelto a Pablo Nanclares mucho de lo que le quitó una leucemia durante dos años. La exposición pública de este árbitro asturiano de Segunda B ha servido para que otras personas que sufren esa enfermedad mantengan la esperanza.

Nanclares no sabe cómo agradecer tanto cariño y se toma la final de la Copa de la Regiones UEFA, que dirigirá hoy en Mareo, como «un premio». El partido enfrentará a Asturias y a Cataluña.

Desde el 15 de enero, cuando dirigió el Lugo-Celta B, a Pablo Nanclares le cuesta cumplir una de las máximas del árbitro: pasar desapercibido. Aquel día, el de su reaparición tras superar la enfermedad, recibió el homenaje espontáneo del público del Anxo Carro. Hace dos semanas, en Ponferrada, se llevó una sorpresa.

«Enhorabuena Pablo. Eres un ejemplo para todos» se leía en una gran pancarta con la que saltaron al campo los jugadores de la Ponferradina y la Gimnástica de Torrelavega: «Como no me habían dicho nada pensé que sería el lema de alguna campaña solidaria, o algo así. Me pilló desprevenido». La emoción no le impidió centrarse en un partido que, desde el pitido inicial, tuvo poco de amistoso.

A Pablo Nanclares le sorprende «cómo diferencia la gente entre la enfermedad y el arbitraje». Más de una vez, al abandonar los campos donde arbitra, el ovetense se encuentra con trasplantados, o familiares, que le hablan de lo que les sirve su ejemplo para seguir luchando. «También me para la gente cuando voy al hospital para darme las gracias».

En el gremio arbitral también se han volcado con él. Ya ha ido varias veces de cuarto árbitro en partidos de Segunda División y el jueves volverá a un campo de Primera, El Sardinero, para acompañar al internacional Fernández Borbalán en el Racing de Santander-Mallorca. Precisamente su último partido antes de ser diagnosticado de leucemia fue como cuarto árbitro, con el asturiano Mejuto González, en un Athletic de Bilbao-Mallorca, en mayo de 2009.

Ahora, al margen de animado por la respuesta de la gente, Nanclares se siente fuerte físicamente, «como antes de la enfermedad. Además, los médicos me dicen que cuanto más deporte haga, mejor».

La final de hoy, también lo hizo ayer en la final de la Copa Coca Cola, se la toma como «un premio a nivel territorial, ya que la designación la hace el presidente del Comité, José Manuel Suárez, que siempre me apoyó y me ayudó a volver a arbitrar».