Gijón, J. E. C.

Emilio de Dios, que era director deportivo con Manolo Preciado en el Sporting, no pudo evitar las lágrimas al valorar al ser querido: «Me impactó conocer la noticia de que se te murió un amigo. Es difícil asimilar que mañana se celebrará el funeral y que pasado ya no podré hablar con él. El martes hablamos de la ilusión que tenía por ir al Villarreal y por la oportunidad que tenía. Manolo es un símbolo de la vitalidad para cualquiera por la forma de afrontar con valentía, entereza, humanidad y positivismo las desgracias que padeció con la familia».

De Dios añadió que «lo que mejor define su forma de ser es decir Manolo Preciado. Lo dice todo y lo sabe todo el mundo. Por encima de casualidades profesionales o éxitos o fracasos deportivos, que puede opinar cada uno lo que quiera, se ha perdido un gran entrenador».