Gijón, J. E. CIMA

Rubén Suárez (Gijón, 1979) no pudo resistirse a la gran oferta del Guizhou Renhe de la Superliga China y el próximo martes se marchará a la aventura asiática. De quedarse en España tenía decidido volver al club en el que empezó y había triunfado su padre, Cundi, porque el Sporting había hecho también un esfuerzo; pero la llegada el pasado martes de esa oferta económica del conjunto chino -donde en año y medio, con opción a otro temporada, ganaría mucho más que en España- no la pudo dejar escapar.

La Liga, en China, está ahora casi a mitad de temporada porque se llevan disputados 13 de 30 partidos. Rubén se marcha para incorporarse lo más inmediatamente posible al equipo, que ocupa el sexto lugar de la tabla, en puestos para disputar la Copa de Asia. El gijonés tendrá que hacer una preparación apurada para aportar su juego al equipo.

Fueron los ex jugadores del Levante Rafa Jordá y Rubén Nano, que ahora militan en el Guizhou Renhe, los que animaron a Rubén a emprender esta aventura porque allí se vive bien y se tiene seguridad en los cobros. Incluso le llegaron a comentar al gijonés que un tren así «pasa una vez en la vida» y que la deportiva es muy corta como para dejarlo escapar. Máxime cuando Rubén posiblemente esté ante el último gran contrato.

En principio, Rubén viajará solo a China y se quedarán en Gijón su esposa, Patricia, y sus dos hijos, de 7 y 4 años. Pero con la ventaja de que el club asiático le ha fijado en contrato cinco billetes de avión para que pueda desplazarse en ocasiones a ver a la familia.

El club Guizhou Renhe lo preside una mujer de las más ricas del mundo y que figura en puestos de privilegio en ese ranking de personajes. Esto también influyó para que el atacante gijonés Rubén Suárez se decidiera a este cambio de aires.