Presidente del Feve Oviedo Kayak

Oviedo, Mario D. BRAÑA

A punto de cumplirse quince años de la fundación del Oviedo Kayak (10 de octubre de 1997), su presidente, Pepe Rubiera, arroja la toalla. Sin el patrocinador que le permitió contar con varios palistas de élite, Feve, y los recortes de las ayudas de las instituciones públicas, Rubiera considera imposible mantener el modelo de club de los últimos años. Espera que alguna persona esté dispuesta a tomar el relevo y se compromete a apoyarlo.

-¿Por qué se va?

-Porque el club, al nivel actual, es económicamente insostenible. Nos quedamos sin patrocinador. En el Ayuntamiento de Oviedo dicen que pagarán la subvención el 20 de octubre, con una rebaja respecto a 2011. El Principado ni siquiera sacó la convocatoria de subvenciones. Así que yo tengo pendiente de afrontar una póliza personal de crédito de 30.000 euros que pedí en octubre del año pasado. Pero no sólo es una cuestión de dinero. Nadie mira por los que trabajamos por el deporte modesto. La última felicitación que recibí por un éxito del equipo fue de Tini Areces.

-¿En qué situación queda el Oviedo Kayak?

-Ojalá aparezca alguien que se haga cargo del club, pero me parece difícil. Habrá que quedarse con lo mínimo. La sección de atletismo desaparece. Tampoco podremos seguir con los entrenadores de piragüismo, ni con el contable, ni con la página web. Venderemos una de las furgonetas y piraguas, para que queden las necesarias para los chavales que quieran seguir entrenando y compitiendo. La gente que entre puede estar tranquila, ya que quedará dinero en caja.

-¿A quién incluye en el capítulo de agradecimientos?

-A Feve, por todo el apoyo que nos dio. Sobre todo, al anterior presidente, Dimas Sañudo, y a Amador Robles. También a Jaime Reinares, clave para el anterior patrocinador, Sedes, y los pequeños patrocinadores que nos ayudaron durante todo este tiempo.

-¿La situación del Oviedo Kayak es un caso aislado?

-Es un síntoma de la crisis que estamos viviendo. El resto de los clubes de Asturias está igual o peor. Y no sólo aquí o en España. El fin de semana estuve en Italia, en el Campeonato del Mundo, y la gente no hablaba de otra cosa. Lo que yo digo es que, al margen de educación y sanidad, en deporte y cultura es lo último en lo que habría que recortar.

-Siempre ha estado vinculado con el mundo del deporte. ¿Hacia dónde apuntará ahora?

-Quiero centrarme en el trabajo. Me ofrecieron cargos en las federaciones asturiana y española de piragüismo, pero los rechacé. Estoy muy desencantado con los dirigentes. El presidente de la Española llegó hace cuatro años hablando de un piragüismo diferente y su gestión ha sido igual o peor que la de los anteriores.

-¿Su balance personal?

-Tuve de todo, muchos disgustos y muchas satisfacciones. Ganamos varios campeonatos del Mundo y de Europa, tuvimos palistas en los Juegos Olímpicos y en los últimos ocho años fuimos dos veces el mejor club de Asturias.