El Caudal dio la puntilla a Félix Sarriugarte. Los mierenses, que jugaron con un futbolista menos, por la expulsión de Pantiga, los últimos 37 minutos fueron capaces de arrancar con justicia un punto en el Tartiere que sentenció la destitución del técnico azul.

Desde la expulsión de Pantiga hasta el final del encuentro, el Oviedo dio muestras de una gran impotencia. Sólo fue capaz de cear una ocasión de gol, un remate del goleador Cervero, lo poco que se puede rescatar de los oviedistas, ante un Caudal que nunca pasó apuros y controló con comodidad la situación.

Sin centro del campo, ni creación de juego, los azules recurrieron a los desplazamientos en largo para superar a un Caudal que no tuvo ningún problema para solventar las tímidas acometidas de los oviedistas e incluso en el último minuto dispusieron de una clara ocasión, a la contra, para haberse llevado los tres puntos.

La trayectoria del equipo azul en los últimos partidos, con 6 de 18 puntos y una victoria de seis posibles, decantó la balanza hacia la destitución del técnico vasco.

Los dos equipos se presentaron con novedades en el césped. En los locales, la vuelta de Cervero al once inicial después de tres jornadas, junto con la de Mantovani fue lomás destacado, mientras que en los mierenses Javi Sáchez entró en lugar de Pevida.

La primera parte fue pareja. El Oviedo tuvo más el balón, pero no consiuió llegar con peligro a la meta rival más que en contadas ocasiones. El Caudal,por su parte, cedió terreno al Oviedo, pero sin necesidad de encerrarse atrás. Los mierenses con la defensa adelantada se defendieron bien y apenas pasaron agobios ante un Oviedo muy pobre en la creación del juego. Con los dos mediocentros casi desaparecidos, las únicas opciones de los azules quedaban reducidas a la profundidad por las bandas y a los desplazamientos en largo en los que los mierenses siempre salían ganando.

Dos jugadas de ataque en los primeros cinco minutos, una por cada bando, un remate de Pepe Díaz que salió rozando el poste derecho de la portería de Javi Díaz y un disparo de Richard, flojo a las manos de Dani Barrio, hacía presagiar un desarrollo del juego que luego no apareció.

Los azules carecieron de todo: ideas, juego y ocasiones

Las dos jugadas de ataque fueron un espejismo porque los dos equipos tenían muchas dificultades para salir con el balón desde atrás. Los fallos en el pase por parte y parte eran la constante en un terreno de juego en el que era muy difícil controlar el esferico.

A pesar de todo, el Oviedo se adelantó en una jugada de combinación. David Fernández envió el balón a Xavi Moré, éste vio el desmarque de Cervero y el delantero azul elevó el balón por encima de Javi Díaz.

El gol no cambió el desarrollo del partido. El Oviedo tenía el balón, pero le costaba llegar, mientras que el Caudal también tenía muchas dificultades para llegar a la zona de definición con garantías de éxito.

Los mierenses empataron el partido en una falta mal defendida por los azules. Al igual que ocurrió hace quince días en el partido ante el Rayo B, en una acción casi idéntica, Borja Sánchez remató de cabeza a la red ganando la acción a la defensa y al portero.

Hasta el descanso hubo poco más, aunque los locales estrellaron un balón en el larguero en una falta ejecutada por Javi Casares al borde del área.

La segunda mitad se inició conla misma tónica. El Oviedo trató de darle más intensidad al juego, pero las cosas siguieron igual hasta la jugada que cambió el partido. En el minuto 53, el árbitro señaló penalti por mano de Pantiga, que además vió su segunda amarilla y fue expulsado. La pena máxima la transformó Cervero y el partido parecía decantarse para los azules con un jugador más en el campo.

Sin embargo, dos minutos después en otra falta lateral y con los mismos errores por parte de los oviedistas que en el primer gol, el lanzamiento de Prosi fue rematado por Javi Sánchez a la red estableciendo de nuevo la igualada en el marcador.

El Oviedo buscó más profundidad con la entrada de Manu Busto, pero los azules seguían atascados en la creación del juego ante un Caudal que cedió metros, pero al que no le hacía falta encerrarse atrás para anular los escasas opciones ofensivas de los azules.

Un remate de Cervero, a la media vuelta, en el minuto 65, que despejó bien Javi Díaz, fue lo único reseñable de los azules.

Con esa dinámica se entró en la fase decisiva delpartido, los últimos quince minutos, en los que Paco decidió reforzar la defensa con la entrada de Toyos en lugar de Borja Navarro.

El Oviedo se lanzó a la desesperada en busca de la victoria, pero careció de todo, de juego de ideas... Por su parte, el Caudal, se defendió con una asombrosa comodidad y además todavía tuvo oportunidad de jugar sus bazas a la contra. En una de ellas, Invernón tuvo la opción del triunfo, en el último minuto, pero su disparo salió rozando el poste.

La reacción de la grada del Tartiere pidiendo la dimisión del técnico azul Felix Sarriugarte, fue el preludio a lo que poco después ocurrió con su destitución por parte del consejo de administración azul.