Sergio Álvarez y Pablo Lede han sido los últimos en caer. Las lesiones persiguen a un Sporting B que vive la fase crucial de la temporada con la enfermería repleta. A los ya citados, hay que unir a Álvaro Bustos y Moisés. La lista se agranda con la baja por sanción de Álex Menéndez y la subida al primer equipo de Borja López, Santi Jara y Guerrero. Casi nada para un filial que caminaba hacia mejorar los números de la pasada campaña y ahora sólo puede pensar en lograr la permanencia cuanto antes para evitar que las bajas pasen una factura demasiado cara.

Tal el la lista de ausencias, que Abelardo sólo tiene disponibles a 16 jugadores para visitar mañana, a las 17 horas, al Zamora. Los justos. Entre ellos, cinco juveniles, un número que obligará al técnico gijonés a darle una vuelta más a su planteamiento. La normativa obliga que siete jugadores con ficha de Segunda B estén sobre el terrreno de juego. Es decir, que sólo cuatro juveniles pueden figurar en el once rojiblanco. Eso, sin tener en cuenta una posible expulsión de los que cuentan con ficha «A», algo que complicaría un poco más las cosas. Los obstáculos se amplían a los que ya de por sí presentará el Zamora del que fuera portero del Sporting Sergio Sánchez. «Es uno de nuestros rivales directos y para ellos este partido es una final», apunta Abelardo. La distancia con los zamoranos, que marcan los puestos de descenso directo, es de siete puntos. Un margen que desea mantener, o incluso ampliar, el «Pitu». «Vamos con la idea de ganar, no nos queda otra. Supondría dar un paso más hacia el objetivo», subraya. El entrenador del filial destaca la velocidad del rival en línea de ataque como una de las principales bazas a tener en cuenta. «Es un equipo que se ha reforzado en el mercado de invierno y que en casa se muestra más fuerte que fuera. Hemos notado las bajas, pero me preocupa ir partido a partido», concluye Abelardo.