El defensa Moisés López fue el primer refuerzo del Marino de Luanco en el mercado invernal ante las numerosas bajas que sufrió el conjunto azulón. El avilesino llegó para acompañar al capitán Guaya en el lateral izquierdo tras la marcha de Álex Blanco y fue convocado por Quirós por primera vez para enfrentarse al CD Marino en Tenerife (0-1), que fue además su primera aparición en el once titular. A partir de ahí entró en todas las convocatorias, repitió titularidad contra el Leganés en Madrid y tuvo minutos contra el Zamora (su presentación ante la afición de Miramar) y Real Madrid C en Valdebebas.

Un mes y medio en el club azulón que el jugador califica como satisfactorio. «En lo personal estoy bastante contento porque aunque me gustaría jugar más, como a todo el mundo, tengo la confianza del técnico y eso es muy importante, y respecto al equipo no muy bien porque no estamos atravesando una buena racha», comentó.

Moisés llegó a Miramar desde el Navarro después de pasar por el Avilés, ambos en Tercera, aunque ya jugó en Segunda B en su etapa en el Oviedo en la temporada 2006-2007, con el que debutó en la categoría en Las Gaunas ante el Logroñés. Y dice que el reencuentro fue con normalidad. «Al principio me costó un poco coger el ritmo por la velocidad del balón, pero la Segunda B sigue siendo igual aunque entonces disputábamos la Liga con los vascos y hacían un juego más directo que ahora los madrileños».

El Marino lucha por la salvación y el defensa avilesino no duda en que lo conseguirá. «Tenemos un margen de siete puntos respecto a la promoción de descenso y creo que será suficiente, aunque no podemos descuidarnos lo más mínimo porque estamos en un momento un poco irregular y a partir de ahora va a ser muy difícil ganar porque el grupo está muy igualado y todo el mundo aprieta muchísimo para conseguir sus objetivos».

Moisés, por último, agradece a la afición de Miramar la buena acogida. «Es una afición tranquila. Mis compañeros dicen que otros años quizás había algo más de gente en el campo, pero los que van nos animan. La pena es que últimamente no pudimos darles muchas alegrías», concluyó.