Adrián Cruz puede vivir mañana un partido especial con el Marino ante el Guijuelo, el equipo por el que fichó el pasado verano procedente del Montañeros (La Coruña), pero con el que no llegó a debutar al rescindir el contrato por los problemas económicos del club salmantino. Así llegó a Miramar como fichaje de última hora para entrar en la lista de convocados en el segundo partido ante el Alcalá (3-0) y ser titular en el siguiente ante el Salamanca (1-0) en el Helmántico.

El centrocampista gallego (25 años) cumple su quinta temporada consecutiva en Segunda B tras pasar por equipos como el Pontevedra, el Poli Ejido y el Montañeros y se ganó a la afición de Miramar con su buen juego. Es un fijo para el técnico, José Luis Quirós, y sólo se perdió siete de los treinta partidos de Liga disputados hasta ahora, pero unas molestias en el adductor izquierdo ponen en duda su participación en uno de los encuentros más atractivos de la temporada tanto a nivel particular como para el equipo, que se juega el afrontar con tranquilidad el tramo decisivo de la temporada. «Estoy tratándome de la lesión y la idea es poder viajar, aunque hay que esperar a ver si puedo entrenar bien hoy», señaló.

El jugador reconoce que le gustaría volver a Guijuelo. «Es de esa clase de partidos que siempre son bonitos por el reencuentro con los compañeros, por eso me gustaría hacerlo bien y ganar, pero será difícil porque ellos están ahora en un buen momento y es un equipo muy duro, que no deja jugar y que tiene mucha calidad arriba». Y reconoce que es una final. «Está claro que es un partido clave porque el vencedor habrá dado un paso decisivo para salvarse. Para nosotros sería el empujón final porque ellos quedarían a siete puntos y con otra victoria y algún empate estaríamos fuera de peligro», explicó.

El Marino realizó una excelente primera vuelta, pero en la segunda le están pasando factura las lesiones, la falta de experiencia en la categoría de algunos jugadores y otros problemas del club, como el mal estado del campo. «Nos está pasando de todo después de una primera vuelta espectacular teniendo en cuenta los medios que maneja el club, y ahora se nos está haciendo la Liga un poco larga. Por eso tenemos que lograr los puntos cuanto antes», comentó para añadir: «Yo confío en conseguirlo porque el equipo está recuperado de los últimos tropiezos y, aunque es verdad que en las últimas jornadas se nos complicaron un poco las cosas, también lo es que muchos equipos querrían estar en nuestra situación porque tenemos la sartén por el mango y, si hacemos las cosas bien, lograremos el objetivo».

El futbolista gallego está satisfecho de su estancia en Luanco, «porque la calidad de vida es excelente», y de su experiencia en el Marino, pese a que se trata de uno de los clubes más humildes de la categoría y con los medios justos para salir a competir. «Todo eso quedó en un segundo plano por el compromiso de los jugadores y del cuerpo técnico, y la experiencia aquí es buena, totalmente positiva, pese a que las lesiones musculares no me dejaron tener la continuidad necesaria», explicó.

El medio azulón también destaca su relación con el técnico. «Él confió en mí desde el principio y siempre me puso las cosas fáciles. Eso es muy importante para un futbolista porque jugar con confianza es básico», concluyó.