La celebración que siguió al pitido ganó para la causa a los indecisos, a los agnósticos y a los empíricos que necesitan ver para creer. El Sporting va en serio y su afición está dispuesta a arrimar el hombro, a levantar al equipo en un sprint final al que llega lanzado. Cinco victorias en los últimos seis partidos, coincidiendo con el tramo más exigente del calendario, son un aval más que suficiente para confiar en estos futbolistas. La derrota de la UD Las Palmas permite al Sporting recortar a cinco puntos la desventaja con los puestos de promoción. El resto de resultados de ayer no acompañó al equipo. Ganaron el Córdoba, que sigue por delante de los rojiblancos, y el Lugo que le intenta aguantar el paso a los de Sandoval. Se queda, eso sí, el Sabadell, próximo rival a batir por el Sporting.

La derrota de Las Palmas en su estadio permite soñar al sportinguismo, que hoy vivirá pegado a los transistores, a la espera de un nuevo tropiezo del Almería en Huesca, del Villarreal en Miranda de Ebro o de la Ponferradina en Alicante. El Sporting, que aún debe rendir visita al estadio Insular, podría recortar a dos puntos la desventaja con los canarios si consigue sorprenderlos en su estadio.

Con diez partidos por jugar, el Sporting necesita enjugar una desventaja de cinco puntos y adelantar cuatro posiciones en la clasificación (que son tres reales, porque el Barcelona B no se tiene en cuenta a efectos de jugar la fase de ascenso). Nadie quiere ahora mismo enfrentarse con el Sporting, un equipo que llega lanzado al sprint final y que ha conseguido reconciliarse con su afición.

Por delante quedan cuatro partidos en casa ante Guadalajara, Córdoba, Hércules y Recreativo y seis salidas a Sabadell, Ponferrada, Las Palmas, Huesca, Jerez y Miranda. El Sporting jugará lejos de su estadio tres de los cuatro últimos partidos, si bien es cierto que es probable que alguno de sus rivales ya no tenga nada en juego. El rendimiento del equipo como visitante ha mejorado notablemente y el Sporting ha logrado victorias en campos poco propicios como Almería, Alcorcón o Lugo, por poner tres ejemplos.