El gran protagonista del encuentro disputado ayer entre Ceares y Luarca en La Veigona fue el mal estado del campo. A los jugadores se les hundían los pies en el barro hasta la altura de los tobillos y apenas pudieron practicar el fútbol.

El Luarca se presentaba al envite con numerosas bajas y con tres juveniles -Gabri, Fran y Diego- en el once inicial. El conjunto local encarriló pronto el partido, primero con un penalti sobre Pichón transformado por Pablo Díaz, y poco después con una jugada de contraataque llevada por Diego y Pichón, quedando este último sólo ante el portero y batiéndolo de vaselina.

El Luarca se adaptó mejor a las condiciones del campo, algo que no logró el Ceares, que no inquietó a Vilches. Al comienzo del segundo tiempo se produce otro penalti sobre el Luarca, al ser derribado Diego, pero Pablo Díaz estrelló el balón en el larguero.