Antes de que la emigración fuese una constante para los futbolistas y técnicos españoles, Rafa ya estaba acostumbrado a hacer y deshacer maletas cada dos por tres. En realidad, desde 1996 el avilesino apenas ha pasado por su tierra más que en vacaciones, al margen de los dos años que estuvo entre el Sporting y su segunda etapa en el Oviedo. Los últimos escarceos de su carrera como guardameta le llevaron a Inglaterra, donde enlazó su retirada con su actual ocupación de entrenador de porteros. De esa etapa le vienen los contactos que le han permitido aterrizar hace apenas dos meses en Nueva York. Con los Red Bulls, el equipo de Thierry Henry y Juninho Pernambucano, Rafa busca nuevas experiencias, su particular sueño futbolístico americano.

Rafael González Robles (Avilés, 25-10-70) estaba de vuelta en el club que le dio más continuidad como futbolista, el Málaga, cuando un viejo conocido le llamó para que intentase la aventura americana. El francés Gerard Houllier era el mánager del Aston Villa cuando Rafa ejercía de ayudante del entrenador de porteros. Cinco años después, Houllier es el director global de fútbol de Red Bulls, lo que significa que es el máximo responsable de los cuatro equipos de la marca en Austria, Alemania, Ghana y Estados Unidos.

Pese a que estaba muy contento sintiéndose partícipe del nuevo proyecto del Málaga, «una ciudad en la que disfruté muchísimo tanto de jugador como de entrenador», Rafa no dejó pasar la oportunidad que le ofrecía Houllier y el 11 de febrero firmó con los New York Red Bulls por tres temporadas.

Aunque apenas acaba de aterrizar en la Gran Manzana, tras varios partidos de pretemporada en Arizona, Rafa destaca que «las primeras impresiones son inmejorables. El funcionamiento del club es muy parecido al de Inglaterra. El equipo es una referencia en esta Liga, ha construido un estadio y está terminando una ciudad deportiva nueva como paso previo a otra que albergará a toda la cantera y el primer equipo. Es decir, un proyecto sólido».

Rafa sí aprecia el genuino estilo americano en otros aspectos: «La gran diferencia radica en la organización de la competición y en las reglas. Es un sistema totalmente diferente, en el que los salarios, jugadores y configuración de las plantillas están regulados por la MLS», en referencia a la patronal, la Major League Soccer. Aunque su misión es adiestrar a los porteros, Rafa disfruta de la calidad de Henry, «el jugador referencia no sólo del equipo, sino de la Liga, porque marca diferencias. Juninho es un profesional tremendo, que ayuda y hace mejores a sus compañeros». En la plantilla también hay un futbolista español, el mallorquín Rubén Bover: «Es un jugador joven, con mucha proyección, que hemos fichado del Charlton inglés».

Para Rafa es importante coincidir en un fútbol tan diferente con Gerard Houllier o el escocés Andy Roxburgh, que ejerce de director deportivo: «Los dos tienen una enorme experiencia en el mundo del fútbol y me hacen sentir como una parte importante del proyecto en todo momento». En lo personal, Rafa está encantado en una ciudad como Nueva York, «en la que encuentras de todo», y estará aún mejor a partir del verano, cuando le acompañen su mujer y sus hijas, que completan el curso escolar en Málaga. «Creo que para ellas será una experiencia vital muy bonita».

Pese a la distancia, Rafa no se olvida de sus orígenes: «Es un orgullo haber jugado en los tres grandes de Asturias. Ojalá vuelva a ser como en mi época de futbolista, cuando el Oviedo y el Sporting jugaban la UEFA y el Avilés, en Segunda. Los sigo muy de cerca y tengo muy buena relación con Vili, el incombustible, Toni Fidalgo y Sabino López. Es importantísimo lo que han conseguido para el club. Hoy más que nunca, haciendo las cosas bien, el Oviedo puede volver a ocupar un lugar importante».

«Tengo ex compañeros jugando ahora en el Avilés», añade Rafa, «y por fin parece que ha vuelto la ilusión por el fútbol a la ciudad. Cada vez que me acerco por Gijón también me tratan fenomenal. Ahí están el Brujo, que es un fenómeno; Manuel Vega-Arango, un señor, y José Fernández, siempre dispuesto a apoyar al equipo».

«Mis primeras impresiones del club son inmejorables porque éste es un proyecto sólido»