Aún quedan alicientes para acudir a Ganzábal. El último partido de la fase regular del Langreo ante su afición llega con dos equipos en situaciones contrapuestas. Los azulgranas buscan un nuevo triunfo que les sirva, unido a un pinchazo del Universidad de Oviedo, para acceder a la segunda plaza y tener así, a priori, un cruce más asequible en la promoción de ascenso. Por su parte, el Candás llega jugándose la vida y con la necesidad imperiosa de conseguir un triunfo, ya que una derrota, sumada a un triunfo del Tapia en Llanes y otro del Gijón Industrial en Ceares, les haría descender de forma matemática. Y por si fueran pocos alicientes, Javier Gómez, que dirigió al Langreo dos temporadas, regresa a Ganzábal, con el recuerdo de la victoria de los candasinos el año pasado en el feudo langreano, siendo además uno de los pocos equipos que lo consiguieron.

Nené Ballina tendrá que afrontar con los justos el choque. Keko y David son baja por sanción, mientras que Diego Arias tampoco se vestirá de corto por un problema familiar. Además, ya son conocidas las bajas de Alonso y Luis por lesión de larga duración; y otros como Nacho y Otero, con molestias en el pubis y en la espalda, de forma respectiva, han sido citados, pero no se sabrá hasta el último momento si estarán disponibles.

De esta manera, el Langreo tendrá apenas trece jugadores al máximo de forma para jugar y dos de ellos son porteros, por lo que un posible once lo integrarían: Guillermo, Kily, Adrián, Nuño, Aitor, Pablo, Borja Fernández, Riki, Carly, Villa y Lombán.

Tras empatar la última semana en Tapia, el Langreo quiere recuperar sus buenas sensaciones y volver a ganar. Con bastantes efectivos de baja y con la defensa y el centro del campo con varios jugadores no habituales, la única línea que tendrá a todos sus efectivos será el ataque. Y a eso se aferrarán ante el Candás los de Nené Ballina. La línea ha sido muy positiva en esta segunda vuelta en cuanto a número de goles. Carly, Villa y Lombán han mejorado sus registros y ahora parece que tienen el punto de forma óptimo para sacar adelante los dos últimos partidos de Liga e intentar hacer un buen papel en un «play-off» que se le ha atragantado en las últimas temporadas, hasta el punto de que en algunas de ellas ni siquiera llegaron a marcar goles.

El Langreo llega a este choque, además, con cuatro victorias y un empate en los últimos cinco partidos. Unos números muy parejos a un Candás que apura sus opciones tras ganar tres partidos, empatar uno y perder otro. Por lo que Ganzábal acogerá un duelo interesante entre dos equipos que no pueden permitirse el lujo de dejar escapar la victoria.