Si algo tiene Ganzábal es la magia que se crea en las citas decisivas. La afición respondió y acudió a respaldar a su equipo un año más (y ya van siete en la última década) a un «play-off» por el ascenso. La plantilla se contagió del ambiente y salió a morder. Lo dio todo. Tuvo opciones suficientes para ganar, pero pecó de falta de puntería. Y dejó vivo a un Mutilvera que aguantó el chaparrón y que ni siquiera creó su ocasión más peligrosa de gol, ya que fue Nuño el que casi marca en su propia portería, aunque tuvo suerte y el despeje se fue al palo.

El Langreo lo intentó por raso, por alto, a balón parado, en segundas jugadas y desde lejos. Pero sin acierto. Un año más el Langreo volvió a acusar su falta de puntería en un «play-off» y tendrá que jugársela a domicilio en Navarra. Y aunque las sensaciones fueron positivas, los diez años seguidos en Tercera y los malos recuerdos de las otras seis experiencias anteriores dejaron con el ánimo decaído y con mal sabor de boca a una afición que se frotaba los ojos con cada ocasión clara de gol fallada por su equipo.

Si el Mutilvera quería llevar la iniciativa, el Langreo le despejó cualquier duda y le dejó claro que iban a tener que luchar por el balón. Los azulgranas dominaron desde el inicio y llegaron al primer cuarto d hora con tres ocasiones claras. Las tres en apenas un minuto. Primero Borja remató de cabeza rozando el larguero, después Diego Arias desviado en el segundo saque de esquina, y ya en el tercero, el conjunto azulgrana no acertó a rematar tras tres barullos seguidos en el área.

La película se presentaba interesante y parecía que iba encarrilada a un final feliz. Y más cuando un despeje a su propia portería de Nuño pegó en el poste. Parecía que por una vez la suerte se iba a poner de cara de los langreanos. Carly remató de cabeza desviado y Lombán, tras irse de dos rivales, se estrelló con el meta rival en el uno contra uno. El Langreo combinaba bien en corto y también en largo. Diego Arias y David se hicieron con el control del centro del campo y Nuño y Adrián se convirtieron en asistentes. Pero nadie acertaba.

El Mutilvera se pudo sentir satisfecho por irse a cero al descanso, pero más lo puede estar por sacar el empate al término del choque. Nené sacó a Villa la segunda parte y con él llegaron las mejores ocasiones. Tuvo hasta tres de cabeza claras y otra en la que remató desviado tras una gran asistencia de Keko. Estaba claro que no era el día. Y aunque al rival, como a la gran mayoría, se le hizo muy largo Ganzábal, pudo aguantar el chaparrón e incluso animarse con alguna aproximación en el tramo final cuando Borja fue expulsado de forma rigurosa con dos tarjetas muy seguidas.

Al menos, el Langreo dejó su portería a cero. Eso es lo positivo. Pero para que sea completo debe afinar por fin su puntería si quiere lograr el pase en Navarra.

Langreo 0 - Mutilvera 0

Langreo: Guillermo (1); Keko (1), Nuño (2), Adrián (2), Atior (1); Borja Fernández (2), David (2), Diego Arias (2); Riki (1), Lombán (2) y Carly (2).

Cambios: Villa (1) por Riki en el minuto 63; Pablo (1) por Diego Arias en el 78; y Kily (1) por Lombán en el 84.

Mutilvera: Iván (1); Bari (1), Fis (1), Albisu (1), Izco (1); Ibero (1), Txitxo (1), Almagro (1), Marco (1); Ederra (1) y Ezteider (1).

Cambios: Gil (1) por Ibero en el minuto 18; Barbarín por Ederra en el 90.

Árbitro: Martínez Vila, del colegio gallego. Expulsó por doble amarilla a Borja en el Langreo. Amonestó a Adrián por los locales y a Albisu, Fis e Ibero por los visitantes.

Ganzábal: 1.500 espectadores.