Ciclista

Gijón, Diego ARACIL

Se ha convertido en el quinto asturiano en figurar entre los diez primeros en la historia del Tour de Francia. Un club reservado para elegidos. Dani Navarro (Gijón, 8-7-1983) pasa unos días de descanso en Gijón, tras finalizar noveno en la ronda gala. Un puesto que podía haber sido más alto si no se llegan a cruzarse en el camino varias inoportunas caídas. Formado en el «Estel Las Mestas», vive uno de los momentos más dulces de su trayectoria deportiva preocupado por el futuro del ciclismo. Echa de menos un mayor apoyo a la cantera para asegurar que los asturianos sigan protagonizando las grandes citas del calendario.

-¿Cómo se encuentra tras el Tour?

-Estoy muy contento. Un noveno puesto, para mí y para Cofidis, que es un equipo modesto, está muy bien

-¿Cómo se encuentra el mundo ciclismo actualmente?

-Se está muriendo. No hay cantera, no hay corredores, no hay equipos y la verdad que el futuro es un poco oscuro. Aquí, en Asturias, el único corredor destacado, que yo sepa, es Iván Cortina, que todavía es muy joven. Ojalá pase a profesional, pero está muy difícil, porque no hay casi equipos. En el Tour estuvimos cuatro españoles entre los diez primeros pero no parece que en los próximos años haya corredores que dispongan de medios para alcanzar el nivel que tenemos ahora Contador, Purito, Valverde, o yo.

-¿Cuando decidió hacer del ciclismo su profesión?

-Cuando en juveniles de segundo año quede subcampeón de España y gané bastantes carreras. Entonces dije: vamos a dedicarnos a esto, que parece que podemos llegar a algo.

-¿Quiénes eran sus ídolos?

-Bueno, lo típico, me acuerdo de los éxitos de Indurain en los 90; Pantani subía muy bien; Virenque siempre era un corredor que se le veía adelante en la montaña... Me quedo, sobre todo, con los escaladores, y con Induriain, por ser español.

-Le ha tocado ejercer de gregario de grandes estrellas.

-Empecé trabajando para Roberto Heras, Igor García de Galdeano, Joseba Beloki, Andreas Klöden y luego Contador. Siempre he estado supeditado al trabajo de los demás.

-Su resultado en el Tour le ha convertido ahora en líder de Cofidís ¿Cómo se vive ese rol?

-Con los compañeros muy bien. Ha sido un gran cambio pasar de gregario a líder . El año pasado se me acabó el contrato con Saxo Bank y me hicieron una oferta de renovación a la baja. Al final me decidí por Cofidís, que es un equipo más pequeño, pero me da más garantías. Tengo un buen contrato y la oportunidad de brillar en las carreras.

-¿Como es su día a día cuando no compite?

-Básicamente, entreno. Aquí, en Asturias, estás muy limitado con el clima. Este año, prácticamente, no he estado en casa porque es muy importante el trabajo. Me voy mucho hacia el sur y al Mediterráneo, evitando el mal tiempo de Asturias. A mí me gusta mucho estar en casa, pero si quieres andar y quieres rendir al cien por cien aquí, muchas veces, por las condiciones meteorológicas no puedes.

-¿Qué siente cuando toca correr en Asturias?

-Es un extra de motivación. Yo corrí dos Vueltas a España El año pasado, hubo dos etapas que pasaron por aquí: Lagos de Covadonga y Cuitunigru. Me acuerdo que, en los lagos de Covadonga, la etapa transcurrió prácticamente por donde yo entrenaba. Sin embargo, trabajaba para Alberto (Contador) y no me dejaron la libertad que me habría gustado.

-¿Este año le veremos en la Vuelta a España?

-Estamos valorándolo. El equipo quiere que vaya, no hay ningún corredor que este a mi mismo nivel. Yo estoy bastante agotado, quiero desconectar un poco. Si voy a la vuelta trataré de ganar alguna etapa, que es bueno para el palmarés.