La realidad rojiblanca enseña que el consejo no quiere quedarse corto y acepta las peticiones del entrenador que sabe que tiene pocos delanteros y que necesita otro para jugar con él en caso que el buen serbio pierda gas, se lesione o sea sancionado. O para jugar con dos arietes en los tramos de los partidos que se hayan puesto complicados. Las gestiones para hacerse con los servicios de Lekic van, al parecer, por el buen camino. Sea éste u otro, el club se mueve en busca de soluciones a los problemas que tiene por resolver en la plantilla. Hasta el 2 del mes que viene hay margen porque los bancos cierran en los fines de semana y el fin de mes es inhábil.

El empate de Huelva no es, de lejos, el mejor resultado posible. Peor fue la nueva derrota del Mallorca, esta vez en su campo, con otros cuatro goles encajados. Los baleares de Oltra, el entrenador que llevó al Deportivo de La Coruña a Primera y que fue descabalgado antes de que volviera a caer a Segunda, han encajado ocho goles en dos partidos, que es una cifra amenazadora. El Mallorca es el rival del domingo de un Sporting que querrá seguir en la zona que sigue a la noble de la tabla. Es curioso cómo se presenta el partido matinal porque es raro ver a un recién descendido en situación tan desairada. Queda Liga de sobra para que reaccione, aunque habrá que esperar que esa reacción no comience en El Molinón.

En otros territorios futbolísticos, Carlo Ancelotti tenía que decidir qué portero alineaba anoche ante el Granada. Y decidió. Vaya si decidió. Los que pidieron la titularidad de Casillas para cerrar el debate sobre la portería del Madrid se habrán quedado boquiabiertos. El entrenador italiano, de acuerdo con otro italiano que entrena a los porteros merengues, decidió lo que parecía más lógico: que juegue quien mejor esté al margen de debates, intervencionismo de Del Bosque o de Víctor Valdés. En una semana no se cambia la forma de un futbolista, y menos de un portero, el gran especialista del equipo. Ancelotti decide, vaya si decide. Y manda, vaya si manda. Lo peor de todo será la lata que seguirán dando los que quieren a Casillas en la portería por encima de criterios futbolísticos, que son los que deben de contar a la hora de valorar la titularidad de cada uno.

En la acera de enfrente, el Tata Martino (los malvados ya le llaman «La tata de Messi») se mantiene en su crítica al precio a pagar por Bale. Por cierto, el jugador, en una maniobra extraña, ha dejado Marbella para volver a Londres. Dicen que hay ofertas de otros clubes que igualan al Madrid. Parece difícil ya que los millonarios que tiran la casa por la ventana están en franca recesión. Que se lo pregunten a Etoo, el jugador mejor pagado del mundo, que se ha encontrado con que su particular millonario se ha cansado y está desmantelando el equipo.

No es el primero que lo hace, y no será el último a la vista de cómo evolucionen los equipos que se han hecho a base del dinero del jeque o del millonario que se encapricha de unos colores. El fútbol da para casi todo por increíbles que parezcan las cosas.