«Esto es una alfombra. El Molinón y San Mamés son los dos mejores campos de España». Juan Eraña Virumbrales (Erandio, Vizcaya, 18-9-1938) avanza por el túnel de vestuarios y la vista se le va al césped de El Molinón, que pisó en 207 partidos de Liga durante las ocho temporadas que jugó en el Sporting y en las que firmó 22 goles. «A mí me dijeron a las cinco, y a las cinco llego», le espeta a su hijo, Iñaki Eraña Cassi (Gijón, 3-6-65), que lo espera ya en el campo al que saltó como jugador en más de noventa partidos de Liga y que ahora contempla desde el palco de honor en su recién estrenada faceta de asesor externo del consejo de administración. Ambos son sportinguismo del bueno.

Lo primero que fluyen son los recuerdos. Juan, el padre, gana por goleada. Cuenta los suyos y comparte los de su hijo, que son los que más lo llenan de orgullo. Es una charla familiar, sosegada, llena de cariño hacia un club que ambos sienten como propio. Se habla de Mareo, de cantera y de centrocampistas. De los árbitros de ahora, del tesoro que supone la afición del Sporting, de los balones de antes, de la necesidad de subir, de los problemas económicos, de lo bien que le vendría al Sporting de hoy la mítica pareja que formaron Puente y Eraña... Se habla de fútbol.

t Mareo.-«El filial tendría que jugar aquí siempre que el campo no estuviera mojado. Así los jugadores se harían a él». Juan Eraña no la deja botar. Cree firmemente en el potencial de Mareo donde «juegan los mejores futbolistas de Asturias» y se extraña de que no lleguen más al primer equipo. Una razón pueden ser «por esas goleadas que se ven en Mareo y que no benefician nada». Eraña, insignia de oro de la asociación de veteranos del club, confiesa: «Se me cae la baba viendo jugar a los alevines». El razonamiento se completa con un consejo: «En el filial, hay que arriesgar más». Y con un lamento porque «yo no viví Mareo más que desde fuera, desde una esquinina debajo de un árbol que hay en el campo número 3, donde seguía los entrenamientos de Iñaki y luego los de mi nieto».

Iñaki entra en el debate planteado por su padre. «Vengo con la bandera de Mareo y sé que desde la entidad se apuesta por la cantera, con valentía», señala el nuevo directivo. Iñaki fue hasta hace unos meses entrenador del juvenil de División de Honor del Veriña y rival del Sporting. Conoce el club desde dentro y como oponente y por eso es una voz autorizada que apunta que en el Sporting «se está trabajando bien, pero siempre hay un tapón en los equipos de base. Muy pocos del alevín llegan al primer equipo y otros se van incorporando con distintas edades». El proyecto es a medio plazo: «La idea es que en el futuro, la mayoría de los 24 futbolistas del primer equipo sean de Mareo».

t Guerrero.-«Es un caso complicado. El entrenador nunca se equivoca, pone a los que considera mejores», avisa Juan Eraña. La explosión de un futbolista es una tarea compartida, «hace falta un entrenador que lo ponga y que el jugador responda».

t El ascenso.-«El problema que tiene el Sporting es que debe ascender». De nuevo es el veterano quien pone el dedo en la llaga. La presión por subir es el mayor obstáculo. «Siempre hay que pensar en el ascenso, pero paso a paso porque esto es muy largo y cualquiera se puede meter», asume Iñaki, que reconoce que «tenemos la responsabilidad de hacer las cosas bien porque tenemos una fuerza detrás que no tiene el resto de equipos y ésta es una responsabilidad que asume el consejo». El ascenso es una necesidad, no sólo desde el punto de vista deportivo, también para aliviar la supervivencia del club. «Aún no conozco profundamente el tema económico, pero está claro que el ascenso es algo fundamental. La estructura del club, las instalaciones, este campo y su afición son de Primera», explica Iñaki Eraña.

t La afición.-Ninguna conversación sobre el Sporting puede obviar a su afición. «El Molinón es uno de los diez campos con mejores entradas de España», arranca Juan. Aquí no hay debate, aunque sí análisis. Se comenta cómo ha evolucionado la grada de El Molinón, su rejuvenecimiento, la incorporación de la mujer, la pérdida de aquel espíritu crítico... «Tuve la suerte de que siempre me quiso la afición», agradece Juan Eraña, antes de recordar los pitos a Joaquín o a Jaime, por poner dos ejemplos. Iñaki también se siente querido, aunque, admite, «no fue fácil para mi generación, vinimos detrás del Sporting de Joaquín, Mesa, Quini, Ferrero... nosotros quedábamos en el medio de la tabla en Primera y la gente no se conformaba».

t El aterrizaje.-«Al Sporting lo encontré bien. La predisposición de todo el mundo a mi llegada es buena, todas las puertas están abiertas», explica Iñaki Eraña apenas unos días después de aterrizar en el cargo. No dice nada de los recelos que provocó su llegada y que ya se ha encargado de serenar. Aún no ha completado la ronda de conversaciones con los técnicos. Después del reportaje, sube a Mareo para charlar con el entrenador del juvenil de División de Honor Marco Díaz, y tiene pendiente hablar con Javier Vidales, que ha estado de viaje. Aquí, el padre cede todo el protagonismo y sólo se permite confesar que «es una gran alegría que un Eraña entre a colaborar con el Sporting, está muy preparado, pero no puedo darle consejos porque lo de mi época no tiene nada que ver».

t Ayer.-«Con los arbitrajes que hay ahora, yo estaría en la calle al cuarto de hora», lamenta Juan Eraña, quien cree que el protagonismo arbitral no es bueno. «Éramos duros, el choque era normal. Uribe, yo, Herrera, Florín, Montes...», la lista sería interminable. Es consciente de que era otro fútbol, quizá más entretenido. «Hablar de fútbol ahora es muy complicado, el balón es caprichoso. En nuestra época se jugaba más al ataque, con cinco delanteros y sólo dos centrocampistas, ahora hay tantos en el medio que no sé cómo no se dan patadas entre sí», razona.

t Centrocampistas.-«La pareja Puente-Eraña nos vendría muy bien. O el mismo Tati Valdés», Iñaki Eraña confiesa que no tiene demasiadas referencias del juego de su padre. Ambos fueron centrocampistas de nivel y es obligado plantearles la falta del fútbol del Sporting en este inicio de temporada. «Irán mejorando, ahora la labor es de mucha intensidad, de ir sacando puntos», sentencia.

t El fútbol moderno.-Campos vacíos y jugadores que no duran en los equipos. «Se nos van a acabar los veteranos», lamenta Juan.