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El descanso dejó el partido en tablas y muy abierto, como pudo comprobarse durante la reanudación. El Sporting continuó blando en defensa. Volvió a salirle caro ante una Ponferradina que lo tenía más claro y, de nuevo, salió a por todas. Sin apenas dar tiempo para que el público tomara otra vez su asiento, Acorán se internó por la derecha y encaró a Lora. El primer recorte acabó golpeando al mostoleño. El árbitro se inventó un penalti, al entender que el rojiblanco se había ayudado de la mano. Un regalo que acabó corrigiendo Cuéllar, al detener la pena máxima lanzada por Yuri. Se salvaron de ésta los rojiblancos, pero no de la siguiente. Otra falta de entendimiento en la zaga sportinguista abrió el hueco entre líneas para que un pase de la media berciana dejara a Fofo solo ante Cuéllar, que ya no pudo obrar un nuevo milagro.

Sandoval buscó darle la vuelta al encuentro desde el banquillo. Faltaba media hora para el final y todo era posible. Hizo debutar en Liga a Lekic, en lugar de un desdibujado Álex Barrera, y buscó en Carmona la profundidad que no tuvo Hugo Fraile. El recurso, con dos puntas puros como referencia, surtió efecto, al menos, para ganar pegada. Carmona se estrenó con un saque de esquina envenenado que terminó estrellándose en el larguero, y Claudio Barragán dio aire a los visitantes sustituyendo a un renqueante Fofo, el origen de todo el peligro de la Ponferradina. Retomó el pulso al partido un Sporting que no tardó en volver a establecer las tablas.

Una nueva internada de Lora desde la izquierda encontró de nuevo rematador. Carmona cabeceó a la red para hacer revivir a una Mareona que nunca dejó de confiar en la remontada. El partido continuó loco, aunque los del Bierzo empezaban a pagar la intensidad con la que se aplicaron en el comienzo. Cuando más cerca estaba el Sporting de darle la vuelta al resultado, la Ponferradina sacó el último esfuerzo para dejar en casa los tres puntos. Un contragolpe liderado por Yuri brindó a Acorán la posibilidad de cerrar el encuentro. El canario culminó la galopada del ataque berciano rematando a la red, pero el árbitro anuló el tanto por fuera de juego. Los de Sandoval apuraron sus últimos cartuchos con más corazón que cabeza. Scepovic la tuvo en un reverso en el área pequeña que se topó con Santamaría, y dos saques de esquina en el descuento y un cabezazo de Bernardo por encima del travesaño, al filo de la conclusión, fueron los últimos intentos del Sporting. Toda una lucha de poder a poder, una locura de partido de inicio a final con el único equilibrio del reparto de puntos.