Apoyo en Barcelona

La pasión por el Oviedo no conoce límites entre sus aficionados. Así lo han demostrado en varias ocasiones, salvando al club de la desaparición. LA NUEVA ESPAÑA aborda en esta serie la historia de algunas de las peñas azules que dan sentido a esta pasión. Algunas, fuera de los límites de la región. Como la Peña de Barcelona, surgida por iniciativa de Miguel Noriega en la última fase de ascenso y que ha vivido un crecimiento imparable.

El sexto año lejos del Tartiere exigía que Miguel Noriega tomara la iniciativa. "¿Por qué no mueves a gente oviedista de Barcelona por las redes sociales?", le sugirió un amigo. Dicho y hecho. El primer objetivo, desplazarse a Albacete el pasado mes de mayo para seguir en directo la eliminatoria de ascenso, se logró con un simple mensaje de ayuda a través de Twitter. Pero además Miguel había puesto la semilla de una bonita iniciativa que germinaría con fuerza en los meses posteriores.

En la actualidad forman la Peña Oviedista de Barcelona 54 socios. "Más los que aún no han pagado, pero lo harán pronto", se apresura a matizar Miguel Noriega, impulsor entonces y presidente ahora. A la vuelta del partido de Albacete, con el impulso moral de la victoria, el ovetense supo que la iniciativa tendría más desarrollo. El viaje inicial también tenía su historia; junto a Miguel, formaron aquella expedición Sergio Vázquez, Simón García y David Chaure. Dos catalanes y un gallego que abrazaron el oviedismo por diferentes motivos. "Hay alguno que sigue al Oviedo desde 2003. Le preguntas por Onopko y no sabe quién es. En cambio te recita la alineación contra el Mosconia de 2003", asegura Noriega.

Tras dejar en la cuneta al Albacete, el siguiente paso fue encontrar un lugar donde seguir la eliminatoria contra el Éibar. "Me moví por varios bares a ver cuál nos podía hacer precio. Después anuncié por las redes sociales el local donde se podía ver el partido", relata Noriega. Casi 50 personas acudieron a la llamada en un local repleto de mensajes de optimismo creyendo en la remontada.

La llama del "play-off" se apagó de sopetón en Ipurúa, pero el entusiasmo de Miguel Noriega no decayó. Más bien al contrario. El verano fue la época ideal para dar un nuevo paso en su idea. "La base estaba formada, así que tocaba formalizarlo todo. Ahí me echó una mano mi amigo oviedista Juan Caicoya con la serigrafía del escudo y las camisetas", dice el presidente de la peña.

La sede quedó fijada en el bar Dow Jones, en la calle Bruc, un establecimiento que ya cuenta con un escudo del Oviedo visible desde fuera y una bandera en su interior. Y una promesa de fidelidad que revela Miguel: "El dueño nos ha dicho que aunque haya un Barça-Madrid al mismo tiempo, nos reserva una parte del bar para ver los partidos del Oviedo". Palabras mayores.

El torrente de nuevos socios y el apoyo desinteresado de aficionados como José Crespo, Miguel K. Stobbs e Iván Arroyo ha reforzado la moral del grupo, que ya se ha lanzado a nuevas iniciativas como una lotería de la peña o el primer viaje con destino a Logroño (18 de sus miembros estuvieron presentes en Las Gaunas). Además de otra original actividad, un equipo de "running" con motivos oviedistas. "Quedamos siempre que podemos para correr en el Paseo de San Juan. Todos llevamos camisetas del Oviedo, la verdad que causa bastante sorpresa", relata el presidente de la peña. Incluso ya han tenido su estreno en una carrera oficial. Edu Polo, periodista catalán socio de la peña, y otros dos integrantes se presentaron a una cursa (carrera de 10 kilómetros) con la zamarra azul.

En la tierra donde los logros de Messi y el Barça se engullen casi todo, aún queda espacio para ideas más románticas. La peña oviedista de Barcelona ya tiene en mente sus próximos objetivos: organizar algún nuevo viaje y hacer socios de honor a Héctor Simón y Josep Señé, los dos catalanes que juegan actualmente en el Oviedo.