Annunziata usó la precisión y Salva Rivas, la insistencia. Quizás eclipsado por el magistral lanzamiento del canario, Rivas tuvo su cuota de protagonismo en Las Gaunas con una actuación muy seria cerrada con el segundo tanto, el que daba los tres puntos a los azules. "Es mi primer gol y fue importante porque significa tres puntos que eran básicos para nosotros", asegura el centrocampista, poco habitual en estas lides.

La lesión de Erice ha convertido al andaluz en un fijo en el esquema de Granero. La mayoría de las veces le ha tocado desempeñar la función de único pivote, con Héctor Simón disfrutando de mayor libertad por delante, pero en Las Gaunas se vio un esquema más clásico, con Rivas y el catalán actuando en el doble pivote. El equipo agradeció el refuerzo con mayor rigor defensivo. "Al jugar con doble pivote el centro del campo está reforzado. El equipo se encontró cómodo durante todo el partido y con la entrada de los jugadores del banquillo nos hicimos dominadores. El partido estaba loco y los cambios nos aportaron tranquilidad", señala el centrocampista.

La quinta victoria fuera de casa deja dos conclusiones importantes: el Oviedo está firmando unos números impresionantes lejos del Tartiere, pero sufre más de la cuenta cuando le toca ejercer como local. Para Salva Rivas, la mejora pasa por el rendimiento en el municipal ovetense, como no puede ser de otra manera. "Somos conscientes de que el problema está en casa, pero fuera estamos bien, seguros y confiados. Lo debemos aplicar en casa. Si ganamos el domingo, nuestra confianza y la del público crecerá. Tenemos que ganar sí o sí para seguir arriba. No se nos pueden escapar más puntos".