"Jeque David Brown Abramovich. Coprietario del Oviedo junto a Mata, Cazorla y Michu. Vamos a por Messi". Desde Liverpool, David Brown celebraba hace un año su desembolso en un club de fútbol. Para él, como para tantos otros, poseer parte de una entidad deportiva resultaba algo novedoso. En total fueron 36.962 accionistas de 86 países del mundo los que se unieron al Grupo Carso, propiedad de Carlos Slim, en un desembarco sin parangón en el mundo del fútbol.

LA NUEVA ESPAÑA se ha puesto en contacto con accionistas de todas partes del globo para conocer sus opiniones con la perspectiva que da un año como accionista. En la mayoría de los casos, el Oviedo ha logrado sumar adeptos a su causa, ese gozoso sufrimiento en Segunda B. La ampliación no sólo deja inversores, también hinchas.

Inglaterra. El fenómeno global comenzó por Inglaterra. Contribuyó el talento concentrado en tres dosis: las que aplican Michu, Mata y Cazorla cada fin de semana. Y se coordinó en torno a Sid Lowe (1976, Archway, Londres), periodista inglés que conoció Oviedo durante su etapa Erasmus. Él comenzó la campaña viral más exitosa que se recuerda. "¿Qué como llegué al oviedismo? Por Sid, ¡como todos los ingleses!". A Malcolm Hopkins parece extrañarle una pregunta con una respuesta tan obvia. "Solo sigo el fútbol inglés así que no sabía nada del Oviedo. Era la oportunidad de conocer una nueva cultura y su idioma. Me siento como si hubiera sido aficionado del Oviedo toda mi vida. Visitar Oviedo me hizo sentir parte del club", asegura.

En la relación del club con los aficionados extranjeros, Hopkins cita a Matías García, creador de la cuenta de Twitter "Real Oviedo WFC", un trabajador al margen del club que se encarga de suministrar información a los accionistas extranjeros. "Su trabajo es increíble", comenta el inglés. Los mismos nexos (Sid Lowe y Matías García) empujaron a Chris Darwen al oviedismo. "¡Ahora Sigo más al Oviedo que al Luton!", exclama. "Este año tenemos buen equipo. Eneko ha sido un buen fichaje y Alain aporta cosas nuevas. Yo creo, aunque ya no esté mi héroe: Manu Busto", añade. Andrew Huskinson, de Oldham, muestra su satisfacción con la versión inglesa de la web azul y solicita alguna mejora: "Una aplicación del Oviedo para el móvil sería una idea estupenda".

Estados Unidos. América es la tierra de las oportunidades. ¡Cómo no iba a tener calado un mensaje como el del Oviedo! A pesar de que fútbol americano, basket y hockey se lleven los titulares, Estados Unidos atendió las peticiones del club azul.

A los Green Bay Packers les apoya el peso de la tradición. El equipo de Wisconsin es el tercero más antiguo de la NFL, la liga profesional de fútbol americano. "Y el único equipo profesional americano que es propiedad de personas individuales", aclara Jim Gallatin, uno de sus accionistas. Por eso la historia del Oviedo caló en él. "Me crié en un barrio hispano de Nueva York y siempre me ha llamado la atención la cultura española".

Con esos condicionantes no es de extrañar que el apoyo no se detuviera en la compra de acciones. "Soy hincha del equipo, de la ciudad y de Asturias. He viajado para ver un partido en el Tartiere y conocer Oviedo. Adoro su belleza, su comida y su gente. Si no hubiera sido accionista nunca hubiera conocido Asturias. Mi plan es regresar al menos una vez cada año", sostiene Gallatin que aprovecha las retransmisiones de los partidos para aprender castellano.

También hay casos con miga. Durante la ampliación de capital pocas historias tuvieron la repercusión de la que gozó Juan Quintero, un hijo de cubanos (y bisabuelo asturiano) exiliado en Nueva Jersey al que el huracán Sandy dejó 8 días sin electricidad. La única solución dependía de un generador que Quintero solo accionada por la noche. Menos el 2 de noviembre. Aquel día, Quintero encendió el generador de día para adquirir 4 acciones. "Ahora sigo la actualidad del Oviedo y sus partidos por Twitter", relata. "La relación del club con los accionistas extranjeros es fantástica. El aniversario que el año pasado dedicaron a los accionistas de fuera demuestra que el Oviedo agradece nuestro esfuerzo. No todos podemos ayudar como Mr. Slim, pero pusimos nuestro granito de arena", asegura. Quintero es optimista con la temporada a pesar de que ya no esté su jugador favorito en la plantilla. "Mi preferido era Xavi Moré. Nunca le vi jugar, pero llamándose "Xavi" tiene que ser bueno", bromea.

Otro caso famoso hace un año fue el de Serrilynn Rawson, Sheba, que en plena ampliación prometió a sus colegas del Portland Tmbers (equipo de fútbol de la liga estadounidense) que si entre todos compraban 100 acciones se haría un tatuaje del Oviedo. En una semana sobrepasaron las 350. "Me encanta las ganas que transmite Cervero y el talento de Pol. Ahora necesitamos consistencia y ser fuertes en casa. Cruzo los dedos desde Portland", analiza con el tatuaje del escudo azul en su costado derecho.

Europa del Este. A los países del este del continente también llegaron los ecos. Como en el caso de Anfisa Motora, una ucraniana afincada en España que escribió en medios de su país sobre el grito de salvación del Oviedo. "Azul y blanco son los colores de mi club, el Dinamo de Kiev, así que la adaptación fue más sencilla", asevera Motora. "Como el Oviedo, el Dinamo sueña por volver a saborear sus mejores momentos", añade. La ucraniana se bautizó en el oviedismo a través de su amigo Miguel Sanz y ahora piensa mantener la tradición: su hijo de siete meses ya tiene su primera camiseta del Oviedo y se convirtió en socio a los pocos días de nacer. Anfisa Motora asegura seguir la actualidad azul gracias a LA NUEVA ESPAÑA y tiene algunos miedos sobre el futuro: "No se ve claramente qué intención tiene el dueño, que papel se queda para los accionistas "pequeños", o cómo va a quedar el consejo".

Alexander Vishnevskiy, ruso que reside en Barcelona, ha tenido también la oportunidad de conocer Oviedo durante el último aniversario del club. "Me gustó tanto que después fui a Albacete a ver el partido de "play-off". Iré a más esta temporada", anuncia.

China. La era de la globalización y de las comunicaciones permite que las fronteras no supongan un obstáculo. Ni los miles de kilómetros de distancia. La aldea global de McLuhan encuentra un claro ejemplo en la ampliación de capital del Oviedo. En China el fútbol también está en auge. La mayor parte del pastel se la lleva la Premier, con años luz de distancia en repercusión global respecto al resto de competiciones nacionales. En un país tan densamente poblado no es de extrañar que se encuentren accionistas azules.

Como Miao Jian. "Hasta noviembre de 2012 no había escuchado una palabra sobre el Oviedo. Ahora lo apoyo siempre, en cada partido. También me informa mi amigo Yaoyi Chen, otro accionista", declara. "Lo mío sí viene de más atrás", interviene Yaoyi Chen; "mi primer recuerdo azul es una victoria ante el Madrid en el viejo Tartiere con gol de Dely Valdés". Seguidores de los partidos que pueden en internet, los dos aficionados chinos están de enhorabuena: la cadena UnoTv ha anunciado que retransmitirá en su web los partidos del Oviedo.

Destinos remotos. El mensaje llegó a atravesar hasta las fronteras del fútbol. Sri Lanka, una de las cunas del budismo que los más veteranos estudiaron como Ceilán y que venera el cricket por encima de todas las cosas también se ha acercado al fútbol, con la Premier en el punto de mira. Shakir Hashim se inició en el oviedismo como tantos otros, gracias a Twitter. "Vi que un amigo había "twiteado" un link con la etiqueta #SOSReal Oviedo. Se daba la posibilidad a los extranjeros de ayudar. Era un precio pequeño por una buena causa", explica.

Hasta ese momento, el Oviedo no existía para Hashim. "Me gusta el fútbol y sabía que había un club llamado Real Oviedo, pero poco más". El cingalés echa de menos mayor cuidado por parte del club con sus aficionados globales. "Hubiera estado bien por parte del club recibir emails con noticias del equipo pero no he recibido nada desde entonces. Creo que una comunicación mensual sería una gran idea", asegura.

Un simple vistazo al mapa de accionistas azul reproducido en esta misma página muestra que hay un continente donde el mensaje ha tenido menos calado. África es, por razones obvias, el lugar donde ha costado encontrar más accionistas. Aun así existen excepciones. Como la de Karabo Sekgororoane, de Botsuana, el país conocido por su rica oferta de safaris de caza. Para Sekgororoane, la inversión tenía fines culturales. "Siempre he estado interesado en la cultura española y este movimiento me ofrecía la posibilidad de estar involucrado en el club. No tardé en darme cuenta de que quería salvar al Oviedo", resume.

La Liga española, bipolar por naturaleza, le había ofrecido la posibilidad de conocer al Oviedo aunque fuera de pasada. El amistoso que aquel verano enfrentó a Madrid y Oviedo en el Tartiere fue la causa. "Ahora me siento conectado emocionalmente con el club, no solo por acciones. Es un sentimiento, soy oviedista", explica usando en la última frase el castellano en lugar del inglés con el que ha contestado a la entrevista. "Tenemos que corregir la racha en casa", sentencia.

Malcom Hopkins

Andrew Huskinson

Jim Gallatin

Anfisa Motora

Alexander Vishnevskyi