Aunque la plantilla intente morderse la lengua, hay situaciones tan evidentes que resulta casi imposible guardar silencio. Nacho Cases defiende que no debió señalarse penalti en la acción en la que se lanza al suelo ante Víctor Rodríguez y logra tocar el balón, en la que vio la amarilla y resultó expulsado. Aunque el Comité de Competición le retire la tarjeta, deberá cumplir sanción al haber visto, en la primera parte, la quinta amarilla de la temporada. Sin embargo, la imagen dada por Santos Pargaña en El Molinón se convierte en el enésimo error que condiciona a los rojiblancos.

"El árbitro no estuvo acertado. Se ha confundido en contra de nosotros y así, terminando con ocho jugadores, es muy difícil", advierte Nacho Cases. El canterano califica la acción el penalti como "inexistente" y señala que los fallos arbitrales ante el Zaragoza es algo que empieza a ser demasiado repetitivo esta campaña. "El día del Murcia, el día del Girona, el día del Córdoba... Espero que estos fallos sean porque no hayan tenido su día. Respeto y valoro mucho su labor, pero se están confundiendo demasiado con nosotros. De todas formas, partidos como éste ha contribuido a que, si ya estábamos unidos, ahora nos hará aún más fuertes, inquebrantables", sostiene el canterano.

Nacho Cases apunta que la trifulca vivida en el descanso, en el que Sandoval terminó sufriendo una agresión por parte del segundo entrenador del Zaragoza, estuvo originada por los maños. "Ellos nos recriminaban que no hubiéramos tirado el balón fuera porque había uno de sus jugadores tendido en el terreno de juego. Como tenía una tarjeta, quizá era más fácil venir a mí a recriminármelo. Al final, Sandoval se llevó la peor parte sin hacer nada", explica. Nacho Cases echa mano de las imágenes en las que se ven las provocaciones del rival para emitir un juicio de todo lo sucedido: "Tendremos la culpa los dos equipos, pero en las imágenes se ve que nosotros hacemos menos por montar el follón".