José Ramón Sandoval inicia hoy mismo la reconstrucción del Sporting. Porque a estas alturas, a nadie se le escapa que el Sporting se derrumba. Por distintos motivos, el Sporting ha ido perdiendo prestaciones desde que en la jornada 18 ganó al Mirandés en El Molinón, con más apuros de los necesarios. Los de Sandoval tan sólo han sumado quince puntos de treinta y seis posibles en las doce últimas jornadas. Un frenazo en toda regla. Estos guarismos no alcanzan para un objetivo tan ambicioso como el del ascenso directo. Sin embargo, el Sporting mantiene intactas sus opciones de acabar entre los dos primeros. Los rojiblancos no están solos en esta crisis de resultados, sus rivales directos tropiezan una semana tras otra y las distancias se mantienen.

La prioridad en el club pasa por recuperar al vestuario. Aunque los resultados del equipo llevan un tiempo sin ser buenos, las sensaciones no eran las de ahora. En los tres últimos encuentros, el Sporting la imagen del Sporting como equipo sólido se ha deteriorado de forma significativa. Hasta el encuentro de Éibar, eran factores externos los que frenaban a los rojiblancos. Las polémicas actuaciones arbitrales de Santos Pargaña ante el Zaragoza o de Sánchez Martínez en La Coruña, la calidad de Edu Bedia para clavar una falta en la escuadra en el tiempo añadido o la incapacidad propia para ver puerta en Tenerife o ante el Recreativo de Huelva. Lo de los tres últimos partidos, es otra cosa. Mucho más grave.

El Sporting parece que se queda en el momento decisivo de la competición. Algunos futbolistas se encuentran en una grave crisis de juego, muy lejos de su nivel habitual. Tan mal está la cosa, que el equipo da en ocasiones sensación de indolencia. Desde el consejo de administración se mantiene intacta la confianza en el entrenador. José Ramón Sandoval alineó en Jaén el mismo equipo que zarandeó al Deportivo en Riazor y que derrotó al Alavés en El Molinón una semana después. También es casi la misma alineación que goleó al Mallorca, con la única variación de Lora por Santi Jara. Los directivos entienden que la unión de todos los estamentos del club es muy importante en este momento y piden a los futbolistas una respuesta positiva en los doce encuentros que aún están por jugar.

Los directivos rojiblancos comparten las primeras decisiones tomadas por el técnico tras la decepcionante actuación del equipo en el campo de La Victoria. La dura rueda de prensa ofrecida por el técnico, en la que reconoció que el equipo había "rozado el ridículo", pidió disculpas al sportinguismo y asumió los palos que le puedan caer durante la semana, se ve con buenos ojos por los gestores del club. Que también comparten la decisión de suspender uno de los dos días de descanso que inicialmente estaban previsto. No se descarta, incluso, que algún representante de la planta noble pueda mantener una charla con los futbolistas o con sus capitanes. Una función que propicia desempeñar el asesor deportivo del consejo Iñaki Eraña y que se mantendrá en privado.

El calendario es propicio a los rojiblancos, que jugarán siete partidos en El Molinón y cinco fuera. Sin embargo, la superioridad demostrada por el Jaén ante el Sporting es un aviso de que nadie se puede relajar ante ningún equipo de una categoría más igualada que nunca. La semana pasada ningún equipo de los seis primeros de la clasificación logró la victoria. Este fin de semana, tampoco consiguió los tres puntos ninguno de los cuatro primeros clasificados. El mal de muchos no es un consuelo para el Sporting, aunque sí un alivio, porque los rojiblancos ven que, a pesar de su mal momento, no quedan descolgados de la pelea por el ascenso directo. Uno de los partidos más complicados que les quedan los de Sandoval será su próxima salida a Las Palmas.