Sergio Mendigutxía, Mendi, se convirtió ayer en el primer fichaje rojiblanco este verano. En su caso, para reforzar la delantera del Sporting B. Avilesino de 21 años e internacional sub-19, llega procedente del Córdoba, donde inició la campaña en el filial para acabar participando en seis partidos del primer equipo, en los que anotó dos goles. Firma por una sola temporada, aunque la intención es que su paso por Mareo le abra un hueco en el proyecto de Abelardo. "Siempre me gustó el Sporting. Veo una gran apuesta deportiva en el club. Era la mejor opción después de una etapa buenísima en Córdoba", subraya el nuevo futbolista rojiblanco.

Su historia esconde una singular vuelta a casa. Nacido en Avilés, los compromisos laborales de su familia le mantuvieron, desde muy pequeño, a caballo entre Asturias y Madrid. Fue en la capital de España donde se destapó como futbolista. Debutó con 15 años en Tercera División, en la disciplina del Collado Villalba, que ejerció como trampolín para recalar en las categorías inferiores del Athletic. En Lezama fue subiendo escalones hasta alcanzar el filial y convertirse en internacional sub-19. Unos problemas cardiacos, tan superados como olvidados, le cerraron la puerta en Bilbao. Tras un fugaz paso por La Roda, Córdoba rescató su mejor versión.

"Me fueron muy bien las cosas en Córdoba y terminé con minutos en el primer equipo. Por poco me cruzo con el Sporting. Estuve en la convocatoria del partido previo, y el posterior, de la visita a El Molinón", explica Mendi. Le cuesta definirse como futbolista. "Lo dejo en manos de la gente, pero soy un jugador trabajador", acaba confesando. Su agente, Xabier Eskurza, un clásico del fútbol español, va un poco más allá. "Es un nueve puro. Se maneja bien de espaldas a la portería y también es habilidoso con el balón. La idea es que siga creciendo en lo individual", apunta.

Mendi visitó ayer Mareo para firmar su nueva vinculación con el Sporting, acompañado de un familiar y su representante. En principio, la idea es que inicie la pretemporada con el filial, a la espera de las necesidades en ataque del primer equipo. Su contrato podría prolongarse en función de objetivos. El propósito de Mendi es que sus goles también se escuchen en El Molinón.