Sergio Egea reclamó en su última intervención pública "un central de jerarquía" y a las pocas horas el club ya se lo ha ofrecido. Aunque la incorporación de Jonathan Vila no sólo significa la de un defensa de postín. Por su polivalencia, ha jugado hasta hace cuatro años de pivote, y por su peso en el fútbol nacional, con experiencia reciente en Primera División, su fichaje permite al Oviedo dar un paso adelante en la configuración de una plantilla que, por nombres, no se recuerda con semejante potencial en los últimos años. El club cuenta ahora mismo con una plantilla excelente, del trabajo de Sergio Egea depende que se convierta en un equipo importante.

Jonathan Vila llega para liderar la zaga de un equipo que apostará por pocos efectivos en esa zona. A pesar de que su posición natural siempre ha sido la de medio centro, su paso a la élite se hizo en el puesto de central. Ahí se ha empleado en los últimos años, como marcador de los delanteros de más nivel de la Liga. Habitual en los esquemas del Celta desde 2006, la llegada de Luis Enrique al banquillo vigués la temporada pasada le fue sacando del equipo.

Vila solventó su pérdida de protagonismo buscando una salida al extranjero. Jugó en el Beitar de Jerusalén los últimos seis meses, siendo uno de los líderes en el conjunto israelí. El Beitar intentó convencerle a última hora de prolongar su compromiso pero a pesar del ofrecimiento, y de otras propuestas de fuera de España, el gallego prefirió unir su futuro al del Oviedo. La vinculación es hasta junio de 2015 aunque podría prorrogarse hasta 2017 en virtud de determinados objetivos establecidos en el contrato.

Con la llegada del ex del Celta, el Oviedo ya ha incorporado a once futbolistas, una remodelación total de la plantilla por parte de Carmelo del Pozo, como ocurriera el año pasado, con el objetivo de conquistar el primer puesto del grupo y el ascenso a Segunda División. Es la apuesta directa del Grupo Carso, máximo accionista del club, que quiere ver cuanto antes al equipo en las categorías nacionales. Solo de esa manera sacaría rendimiento a su inversión en el club azul. La llegada el pasado mes de febrero de Joaquín del Olmo como asesor deportivo a Oviedo insinuaba que la implicación de Carso podría ir en aumento. Así ha sido esta temporada. La apuesta es por futbolistas experimentados, la media de edad ha aumentado, pero con el poso suficiente para resistir la presión de una afición entregada, para los buenos momentos y para los malos. Jonathan Vila se une a los Esteban, Magunazelaia, Nacho López, Sergio Sánchez, Dani Bautista, Omgba, Generelo, Héctor Font, Borja Valle y Linares para completar la plantilla junto a los que siguen de la temporada pasada (David Fernández, Erice, Susaeta, Señé, Eneko, Sergio García y Diego Cervero).

Y el club aún se guarda otra bala en la recámara. Contando con las bajas de Sergio Rodríguez y Héctor Simón (los dos saben que Egea no cuenta con ellos), el Oviedo aún dispone de otra ficha sénior, mayor de 23 años, libre para configurar su plantilla. Las intenciones de Egea quedaron claras el pasado sábado, cuando aseguró que iría destina a "un pivote o un delantero". De hecho, Del Pozo ya se ha interesado en las dos direcciones. Para pivote su contacto se ha centrado en Escassi, del Hércules, con ofertas de más equipos de Segunda y Segunda. En la parte atacante, el interés se ha dirigido a Dioni, también del Hércules. El entorno del futbolista ha confirmado ese interés a LA NUEVA ESPAÑA aunque el delantero también cuenta con una oferta atractiva de un equipo que disputa la fase previa de la Liga Europa.

En todo caso, la idea es dejar que pasen los días y esperar a que el mercado ofrezca nuevas oportunidades. En agosto siempre hay futbolistas de categorías superiores que no encuentran acomodo y bajan su caché, así que a las dos opciones miradas pueden sumarse nuevas situaciones creadas por el mercado.