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Fútbol | Segunda División

El verano más largo de Lozano

Tras encadenar dos fracasos con dos de los presupuestos más altos de la categoría, el director deportivo se ve maniatado por la falta de dinero

Dicen que ha recorrido más de 120.000 kilómetros durante la última temporada, que ha visto más de 200 partidos en directo y lo definen como un experto en el fútbol portugués y serbio. Raúl Lozano, director deportivo del Sporting, tiene buenas agarraderas en el núcleo de poder rojiblancos y parece que nadie cuestiona su situación a pesar de encadenar dos fracasos con dos de los presupuestos más altos de la categoría. Este año, el director deportivo rojiblanco, se ve maniatado por la situación económica del club y sin margen de movimiento para mostrar su buen ojo en un mercado en el que ha tenido más sombras que luces.

Raúl Lozano Marcos (Salamanca, 25-1-77) es oficialmente el responsable técnico del Sporting desde 2012, aunque oficiosamente ya llevaba unos meses desempeñando estas funciones hasta que se hizo oficial la salida de su antecesor, Emilio de Dios. Ésa fue la temporada del descenso rojiblanco, en la que Lozano tuvo escaso margen de maniobra al heredar un proyecto cerrado. El único movimiento fue el fichaje de Javier Clemente, una decisión personal del máximo accionista.

El primer proyecto que se le puede atribuir es el de la temporada 2012-13. Lozano tuvo a su disposición el segundo presupuesto más alto de la categoría, tras el Villarreal, que logró el ascenso directo. La apuesta personal de Lozano fue Manuel Sánchez Murias, una decisión aceptada por el club con la boca pequeña como quedó de manifiesto tras la destitución del gijonés tras nueve partidos. José Ramón Sandoval llega al club, de nuevo, como una apuesta firme de Javier Fernández.

El Sporting había apostado por mantener el bloque que tenía en Primera en un intento por conseguir un rápido ascenso y había fichado a Carmona, Mandi, Sergio Fernández, Hugo Vieira y David Rodríguez. Lozano conectó enseguida con Sandoval con el que mantuvo una estrecha relación hasta su destitución hace unos meses. Con una plantilla de Primera, el Sporting consumó un fracaso estrepitoso no logró clasificarse ni siquiera para la promoción de ascenso, en la que no logró estar ni una sola semana en toda la temporada, cuando el objetivo era el ascenso directo. De nuevo, Javier Fernández decidió personalmente renovar a Sandoval por dos temporadas.

El verano pasado, el Sporting abordó un nuevo proyecto ambicioso. Con el tercer presupuesto de la categoría (por detrás de Mallorca y Zaragoza) y con Sandoval implicado en el diseño de la plantilla. Volvieron Bustos y Bernardo y Casquero, que se habían incorporado en el mercado de invierno anterior, y se fichó a López Garai, Hugo Fraile, Isma López, Alberto y, sobre todo, los serbios Scepovic y Lekic.

Muchos de estos fichajes, quizá los que peor respondieron, fueron atribuidos a Sandoval, al que se le concedieron unos privilegios nunca vistos en el club. Sin embargo, la gran revelación de la temporada, el serbio Stefan Scepovic fue una apuesta persona de Lozano, así como Lekic.

Un director deportivo vive de sus contactos y es cierto que Lozano los tiene buenos en serbia, donde le introdujo el representante Mela Kodro. El Sporting firmó una estimable primera vuelta que terminó en segunda posición y luego vino el desplome. La situación extradeportiva fue enrareciéndose y afectando al equipo que cayó en picado hasta la destitución de Sandoval. Lozano apostó de nuevo por el técnico del filial y Abelardo se hizo cargo del proyecto. El Sporting logró mantenerse en la promoción, pero fue incapaz de marcar un sólo gol en dos partidos y cayó eliminado.

Lozano afronta su tercer proyecto en el que está siendo su verano más largo. Esta vez, las condiciones son muy distintas. Todo el trabajo realizado durante la temporada anterior está quedando en barbecho a la espera de que el Sporting entre en el mercado por la puerta de salida. Las ofertas por los futbolistas transferibles (que son todos a día de hoy) siguen sin llegar y el club tampoco consigue dar salida a los descartes. Mientras, el director deportivo ve cómo algunos de sus futbolistas objetivo encuentran destino, varios en rivales directos.

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