Cualquier empresa que cambia de dirección genera incertidumbre en su organigrama. El comunicado del club no da ninguna pista en ese sentido y la marcha del Chus Bravo deja en el aire muchas cosas, entre ellas la continuidad de Josu Uribe al frente del primer equipo.

Y es que el técnico llegó al club de la mano de Chus Bravo y este verano puso dos condiciones para seguir al frente del banquillo, una fue mantener a la mayoría de la plantilla que la temporada pasada jugó el play-off de ascenso a Segunda, algo que con el recorte en el presupuesto, no se pudo cumplir; la otra, que Chus Bravo continuara en la directiva y, a partir de ya, el hasta ahora director técnico, tampoco seguirá. Y es que la confianza que tiene Uribe en Chus Bravo, desde que el entrenador lo tuviera como jugador en la Cultural Leonesa, pudo con otros aspectos negativos, como la difícil relación del técnico con el anterior director general, Luis Cousillas, o que no se cumpliera la primera premisa que puso el técnico para seguir en el club.

Otro de los cargos que queda en el aire es el del gerente del club, Victorino Arias, que precisamente sucedió a Sietes en ese cargo en 2012 y que ya lleva dos temporadas realizando esa tarea en el seno del club blanquiazul. Arias, también llegó al Avilés de la mano de Chus Bravo y José Luis Rodríguez, ex director general del Avilés antes que Bravo y Cousillas.

Ninguno de los dos, ni Uribe, ni Arias, coincidió en el Avilés con Sietes, que asume ahora la dirección.