Dos meses después de caer lesionado en Valladolid, Nacho Cases vivió su reaparición en un Molinón volcado para recibir al canterano. La rotunda ovación que recibió al sustituir a Rachid provoca que incluso se emocione cuando la evoca. "Ni en cien años podré agradecer tanto cariño. La gente se ha portado muy bien conmigo. No lo esperaba. Fue casi como el primer día en el que jugué en El Molinón", afirma.

El Molinón demostró tener ganas de Nacho Cases y el propio futbolista reconoce que tenía mono de fútbol. "Me voy muy contento por volver a participar y, principalmente, por la victoria. Era una final, en la que teníamos que sacar los tres puntos para continuar en la misma situación que la pasada jornada. Es un paso más de un equipo que está haciendo historia", explica el gijonés. Sólo le queda el regusto de haber conseguido la victoria con mayor holgura para evitar vivir con tensión los minutos finales. "Merecimos hacer algún gol más, pero tampoco era nada fácil conseguirlo. Nos medimos a un rival que, por futbolistas, tiene un gran potencial. Mostramos intensidad y ganas de ganar, como siempre. El primer cuarto de hora fue fantástico", destaca. Nacho Cases reconoce que ahora el objetivo es el ascenso directo y cree que "si lo ganamos todo vamos a estar en Primera. El desparpajo de este equipo le puede a la presión", concluye.